Capítulo17

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Jade

Aliso mi vestido color frambuesa de mangas largas por cuarta vez preguntándome si es una buena opción para hoy. Cambio mi maquillaje por segunda vez obtando por algo más sutil y natural casi impersceptible. Aparto mi cabello a cada lado repasándome de pies a cabeza frente al espejo y maldigo cuando una sonrisa estúpida se me dibuja en el rostro. Quisiera apartar el pensamiento pero desde que me levanté mi cerebro solo reproduce un recuerdo:

Me besó.

Él realmente lo hizo.

Y de qué manera.

No soy virgen y he besado a varios chicos pero no tantos como para afirmar que nunca antes me habían besado de esa forma, tan salvaje, tan desesperado, tan...

Increíble.

Al paso de las cosas pude jurar que sería yo la que terminaría perdiendo el juicio y lo besaría de primera pero el que lo haya hecho él...solo me hace querer más de sí mismo.

Dejo de querer pulir mi aspecto frente al espejo y tomo mi bolso junto a mi saco para salir del cuarto y bajar las escaleras. Mamá es la primera en aparecer en mi campo de visión.

—Buenos días—saludo y me acerco a besar su mejilla.

—Buenos días, princesa. ¿Tortitas o panqueques?.

—Se me hace tarde y es mi primer día, desayunaré en el trabajo—me da una mirada de reproche y pongo los ojos en blanco—Prometo hacerlo mamá, no me saltaré las comidas.

—Más te vale—advierte—De todos modos mandaré a Lucas a vigilarte.

La mención de su nombre manda señales a mi cerebro que se reflejan en mi pecho recordando lo de anoche.

—Tarde, ese es su trabajo.

Ríe levemente.

—Por cierto, ya está fuera esperándote.

Asiento y me despido de ella sin preguntarle por papá. No estoy cómoda aún con ese tema y trato de evitarlo. Jason prometió contarle a mi madre y quiero poner esa esperanza en él, aunque sea la última.

Salgo en busca de Lucas. Saludo a Boris al atravesar el portón y trato de ocultar la idiota sonrisa cuando observo a mi guardaespaldas con su ropa habitual apoyado en el Maserati azul prusia que me regaló mamá por mi graduación.

—Buenos días.

La decepción que siento cuando no me responde el saludo y a penas me mira es terriblemente molesta porque no debería importarme, se dedica a abrirme la puerta del copiloto y tragándome el sabor amargo de la situación entro en el auto.

Me acomodo un poco tensa mientras me coloco el cinturón esperando a que entre. Sigue sin mirarme cuando comienza a conducir y me va poniendo peor hasta el punto que odie el hecho de que me haya puesto a dudar en el espejo que usar o no.
Sin poder evitarlo mis ojos lo recorren de vez en cuando deseando un poco de atención pero nada. Los minutos del viaje se me hacen tan largos e incómodos así que me dedico a mirar por la ventanilla maldiciéndome una y otra vez. ¿Qué esperaba? Lo único que ha hecho es confundirme...o tal vez eso lo hice yo solita.

Por fin llegamos a la empresa y no espero a que me abra la puerta. Bajo del auto escuchando como me sigue a pocos pasos e intento olvidarme de su presencia para concentrarme en el trabajo que me espera.

Me dirijo hacia la oficina de contabilidad que el señor Roberts me indicó encontrándome con una morena muy guapa de lentes, cabello encrespado abundante y bien vestida.

—¿Jade Hederson?—pregunta cuando me ve y asiento. Le extiendo mi mano dándole una sonrisa—Un placer. Heather Robinson, seré tu tutora.

Mi sonrisa se agranda.

DestructivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora