SWEET CAMELIA ©

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BROOKE

Cuando ves a Alexander te puedas dar una idea de cómo se vería su casa.

Departamento de soltero o una mansión con miles de hectáreas ubicada en un sector de prestigio, colores neutros, ligeramente decorada con artículos de alta calidad. Tal vez amueblada solo con lo necesario. Pulcramente limpia y de tonos fríos. Ambiente silencioso rodeado de olores masculinos.

Olores que provienen de él.

Eso es en lo primero que pensé.

Pero nada es a como lo imaginé.

Cuando me dijo que el lugar a donde iríamos seria su casa, no reaccione exageradamente.

O eso creo.

Solo recuerdo la sensación de que mis ojos y boca se abrieron ligeramente mientras él soltaba aquellas palabras.

Durante todo el recorrido estuve en silencio mirando a través de la ventana mientras mi cuerpo nervioso se movía con inquietud en el asiento.

<<La primera vez que te haga mía, será en mi cama>>

Sus palabras dichas la noche anterior resonaban una y otra vez en mi mente y sacudía mi cabeza cada cierto tiempo tratando de ahuyentarlas.

Tal vez él se dio cuenta de mi comportamiento, pero no dijo nada.

Su atención estaba en las calles transitadas por cientos de vehículos.

Tranquilízate Brooke, déjate de crear falsas historias. Solo vamos a hablar.

Aún estoy tratando de descifrar la razón del por qué mi cuerpo reacciona de diferentes maneras cuando estoy cerca de él.

Cuando habla.

Cuando me sonríe.

Cuando me trata como si fuera la única cosa que puede ver.

Cuando me defiende y protege de cualquiera.

Es la primera vez que alguien me trata de esta manera y no sé cómo debería actuar.

Siendo una persona que ha sufrido a manos del hombre que se supone debe cuidarla, es difícil entender la razón por las que un hombre como Alexander se comporta conmigo de esa manera.

No confié en él en un principio y no siento ninguna culpa de ello. Lo conocí como socio de mi padre y esa es una etiqueta con la que no me llevo bien.

Al igual que mi padre, sus socios eran personas crueles que no temían aplastar a inocentes con tal de obtener lo que se proponían.

¿Por qué Alexander Allister sería diferente?

Aun así, había algo en él que me intrigaba.

La voz en mi cabeza me decía que me mantuviera alejada de él.

Que era un tipo peligroso con el que no debería jugar.

Y a pesar de mi intriga, pensé en hacerlo.

Pensé en hacerle caso a aquella voz.

Así que me propuse nunca mas volver a ver a este hombre. Evitarlo de todas las maneras posibles.

Entonces mi padre dijo las palabras que cambiarían aquella decisión.

Noté el interés de él en ti.

Creí que estaba loco, que su obsesión por el poder finalmente estaba afectando su mente.

Luego siguió su orden, tan descabellada como sus palabras.

Seducirlo.

Tendría que seducir a un hombre que se veía tan frío como un tempano de hielo.