—¿Así que de ahí la conoces?
Prescott arquea una sola ceja, luego mira hacia el pasillo del estudio por dónde Christian volvió y asiente.
—Si.
Esa bruja.
—¿Se acostaba con Christian y no me lo dijo? ¡La odio! —chillo, apretando los puños.
Sam se ríe de mi berrinche.
—Eso fue hace mucho tiempo, Ana. Y no la odias.
—Pero podría odiarla ahora. ¿Y de cuanto tiempo hablamos exactamente? ¿Tenían una relación?
Prescott echa otro vistazo rápido alrededor antes de acercarse un poco más.
—Muchos años, y no, no tenían una relación como la que tú y él parecen tener ahora. Diría con bastante seguridad que jamás tuvo una relación seria con nadie, hasta ahora.
Eso me tranquiliza solo un poco, pero tengo qué admitir que este lugar no me gusta tanto. En Broadview tenía a Christian para mí. Desde que estamos aquí, descubrí el amor secreto de Prescott y sus amoríos con Elena.
—¿Te das cuenta que luces como un pequeño monstruo verde de celos, verdad? —se ríe—. Mejor enfoca tus esfuerzos en Grey y en ese bebé.
Como si fuera tan fácil. Christian está atrincherado en el estudio bebiendo whisky, pensando quién sabe qué cosas sobre mi, sobre Elliot, sobre todo. Decido que debería darle espacio hoy, pero necesito acercarme antes de que quiera traer a otra mujer.
¿Sería capaz de eso?
No quiero ni pensarlo. Voy a la habitación principal y tomo una ducha, demasiado exhausta para tratar con cualquier cosa. Lanzo la bata de seda sobre la silla y me deslizo rápidamente sobre las sábanas.
He descansado por un largo rato cuando algo me sobresalta. Me enderezo lentamente para mirar el cielo poco iluminado y el reloj sobre la mesita que indica que son las 7 de la mañana, demasiado temprano para mí gusto.
Me recuesto de nuevo, dispuesta a volver a dormir pero el aroma de la colonia de Christian me hace girar la cabeza. Su lado de la cama king size está revuelto, como si hubiera dormido en ella. Aparte del desorden, no hay nada que lo indique. ¿Estuvo aquí?
Se supone que debería dormir otro poco, pero mis pensamientos siguen yendo a él como siempre desde que lo conozco, mi mente trastornada sigue centrándose en sus ojos grises.
Aparto las sábanas y me levanto, cambiando mi ropa por algo más cómodo y abrigador, luego salgo a la cocina atraída por el ruido y el olor.
Gail Jones está preparando el desayuno, coloca los platos sobre la barra y sirve una taza de café y dos vasos de jugo, lo que me recuerda una vez más el asunto del bebé.
—Gracias. —tomo asiento justo a tiempo para ver a Christian bajando la escalera.
Se abotona la camisa oscura y se sienta en el banquillo a mi lado, oliendo a limpio y gel de cítricos. Me tomo un momento para inhalar su aroma pero él lo nota.
—¿Qué? ¿Sientes náuseas? —entrecierra los ojos.
¿Porqué sentiría náuseas por su delicioso olor? Oh, si. El embarazo...
—Estoy bien, puedo comer.
Tomamos el desayuno en silencio, él acaba primero y se pone de pié para alistarse con el saco del traje. Cuando giro para mirarlo, Prescott también está ahí.
—Te quedas. —le gruñe—. Tiene qué practicar sus habilidades de tiro y este lugar no es el adecuado, llévala a Broadview o al campo de tiro y no regresen hasta que acierte el maldito blanco.
Le da una última mirada a Prescott y se dirige al ascensor donde ese hombre Hugo lo espera. Y veo que no soy la única que desconfía, porque Sam también tuerce la boca en un gesto de desagrado.
—Genial, soy la maldita niñera otra vez.
—¡Oye! —chillo—. Creí que yo te agradaba.
Samuel hace una seña y la señora Jones le sirve su propia taza de café.
—Me agradas, pero prefiero cuidar su espalda que la tuya. Y con la tarea que nos dió, estaremos fuera mucho tiempo.
Idiota. Apuesto a que quiere cuidar su espalda muy de cerca.
—Pero esto es bueno, ¿Verdad? No está corriéndome del departamento, solo quiere que mejore mis habilidades, lo cual me parece perfecto.
—Si, es bueno. Ya te salvaste una vez, podrías no tener suerte para la próxima.
Rayos.
Sam tiene razón, así que no protesto mientras lo sigo hasta el auto estacionado en el garaje. Conduce hasta la casa de Broadview y entra por el portón, tecleando una clave con más dígitos que la anterior.
—¿Hay alguien aquí?
—Si. —conduce hasta el porche y se detiene—. Algunos hombres se quedaron a vigilar y alguien más vigila las cámaras.
¿Cámaras?
—¿Donde hay cámaras? —chillo, mirando por la ventanilla hacia el exterior.
¿Hay cámaras dentro de la casa? ¿Quién las vigila? ¿Christian?
Prescott sale del auto y lo sigo, mirando hacia todos lados.
—Ahi hay unas. —señala hacia la reja y el porche—. Allá también, y en los pasillos laterales.
Oh, Dios. ¿Siempre estuvieron ahí?
—¿Por... Por qué hay cámaras? ¿Con qué propósito?
Sam pone la llave en la cerradura y empuja la puerta de entrada. La casa huele a limpio, sin rastros de sangre, tierra o culpa. Todo en absoluto orden.
—Christian quiere tener todo vigilado, y puede acceder a las cámaras él mismo desde cualquier punto.
Miro sobre mi hombro hacia la sala, la cocina, ¿Dónde más podría haber? Prescott nota mis vistazos rápidos a las paredes y se ríe.
—¿Qué? ¿Justo ahora te preocupa que Grey te haya filmado desnuda? ¿O que los guardias tengan un vídeo HD de ustedes teniendo sexo por toda la casa?
—Espero que no.
Sobre todo del estudio, muchas cosas pasaron ahí que preferiría no recordar o que Christian vea una y otra vez.
—Puedes estar tranquila. Las cámaras solo están en el exterior de la casa y apuntando a las entradas. Ninguna se instaló en el interior porque el señor Grey quiere mantener su privacidad, así qué... No hay videos comprometedores.
Y eso que no lo sabe.
—¿Y en Escala?
Encoge los hombros con indiferencia.
—Igual. Solo las salidas y los accesos.
Oh.
—Por si pensaste que podrías espiar a Christian y Elena en el estudio, te aviso que no es posible.
¿Espiarlos? No se me había ocurrido.
—Apuesto a que tú querías hacer eso, pervertido. Pero no volverás a ver expuesto el cuerpo de Christian, me aseguraré de ello.
Sam se ríe.
—Te estás volviendo muy celosa. —mete las manos en el bolsillo—. Me agrada.
.
.
.Capítulo listo 🙌
Felicidades a nuestra Cerecita Fatima3025 por ser la ganadora de la dinámica del grupo 🥳
Las invito a unirse grupo de WhatsApp, mandando mensajes privado.
(◍•ᴗ•◍)❤
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Grey (Color Venganza #2)
FanfictionLe tendí una trampa. Lo que no esperaba era que yo sería la primera en caer: me enamoré de él. Acepté la oscuridad y el peligro que era su vida, hasta que cometí un error que me lo arrebataría todo. Un secreto imposible de ocultar.