Oh Dios...
Maté a alguien.
Un escalofrío me recorre la espalda de nuevo, y cada vez que recuerdo al hombre que quería matar a Christian pero le disparé primero.
No me arrepiento.
Mis manos tiemblan de nuevo, a pesar de que limpié la sangre y cualquier otro resto del asesinato, solo mi vestido permanece teñido de un rojo más oscuro.
—Ya deja de mirarte las manos y disimula. —Sam gruñe, sus ojos poniéndose en blanco—. Ya causaste suficiente impacto apareciendo por aquí descalza y cubierta de sangre.
Cierto.
Apenas llegamos a la clínica, Christian fue puesto en una camilla y llevado a cirugía para reparar el daño en su hombro. Desde entonces Sam, Hugo y yo estamos en la sala de espera. Y estoy segura que no es cualquier sala puesto que los sillones son cómodos y hay una cafetera encendida sobre una mesa.
—¿Qué tipo de hospital es este? —pregunto, notando que incluso unas pequeñas puertas nos separan del pasillo de las enfermeras—. ¿Es un hospital para mafiosos o algo así?
Prescott suelta una gran carcajada ruidosa.
—Has leído demasiados libros de mafia, niña. —niega un poco con la cabeza y le hace una seña a Hugo para que salga—. El señor Grey es un empresario muy exitoso en el estado, genera miles de dólares cada hora y por supuesto que eso le permite hacer generosos donativos a lugares como este hospital. Ya sabes, en caso de que sea necesario utilizar sus servicios.
—¡Eso es chantaje! —chillo—. Por Dios, ¿Ellos saben lo que pasó? ¿No tienen miedo?
El chillido debió llamar la atención de alguien afuera de la sala porque Sam presiona un dedo contra sus labios.
—No, no saben nada. En lo que a ellos concierne, el señor Grey tuvo un desafortunado accidente y se disparó a si mismo. Y no deben tener puesto que los hospitales son lugares neutrales.
Oh.
No puedo evitarlo, mi mirada se dirige a las puertas dobles que nos separan del pasillo y nos dan privacidad. Esta es una área especial, estoy segura ahora. Christian recibirá la ayuda que necesita de los mejores especialistas.
Mi atención vuelve entonces a mis manos ahora limpias. Mis pies descalzos y sucios por caminar en la acera, y mi hermoso vestido rojo cubierto de la sangre del hombre que quiero.
—¿Tú estás herido? —estiro la mano para tocar la suya—. ¿Hugo lo está? ¿Qué pasó ahí afuera?
Prescott aparta la mano como si le hubiera prendido fuego y frunce las cejas con molestia.
—Nos emboscaron, eso paso. Creo que nos siguieron desde el ático y fuimos un blanco fácil por confiarnos. Por suerte pudimos enfrentarlos y Hugo pasó por encima de dos cabrones con la camioneta. —sonríe como si fuera lo más divertido de ver—. Yo me deshice de los otros dos.
Antes de que pueda preguntar más detalles, las puertas dobles de abren y una mujer con uniforme quirúrgico se acerca. Hugo entra detrás de ella y se detiene a mi lado para escuchar las noticias sobre Christian.
—El señor Grey está fuera de peligro. Retiramos la bala e hicimos un par de transfusiones de sangre, y suministramos antibiótico para prevenir una infección. —ella mantiene su mirada en Sam—. Deberá quedarse un par de días hasta que estemos seguros que la herida cierra correctamente.
Sam asiente.
—Necesito hablar con él, ¿Está despierto?
—Si. —la doctora presiona los labios con fuerza en una línea—. Por favor, manténgalo lo más discreto posible.
Con eso, ella se aleja por el pasillo seguida de cerca por Hugo. ¿Significa lo que creo que significa? No estoy segura de entender todo esto, lo único que quiero justo ahora es asegurarme que Christian está bien.
Un carraspeo de Sam me saca de mis pensamientos.
—Ana, escucha. Sé que te preocupas por Grey y sé que él por ti, pero aquí... —mira a ambos lados, bajando el volumen de su voz—. Nadie debe saber sobre ustedes. No hagas un drama de novia chillona, Christian necesita que seas dura para que puedas sobrevivir, ¿Entiendes?
—Si. —la idea de ser considerada la puta de Christian me molesta pero lo haré si me mantiene con vida.
—Bien. Justo ahora nosotros iremos primero, es normal que sus hombres de confianza estén aquí para informar de lo sucedido. Después de eso, tú podrás entrar a verlo. —Hugo regresa a la sala junto con otros tres hombres y se detienen a esperar por Sam—. Hasta entonces, quédate aquí y espera.
Rayos.
Asiento y vuelvo a mi lugar en la silla, sabiendo que Prescott de nuevo tiene razón. Si me convierto en una carga para Christian, querrá mantenerme alejada.
Los hombres van por el pasillo hacia la habitación, tomándose su buen tiempo para reportarse con su jefe, elaborar planes de venganza o lo que sea que los criminales como ellos hagan.
Casi estoy quedándome dormida con la cabeza colgando en el respaldo cuando alguien golpea mi brazo. Me enderezo de golpe recordando en dónde estoy y la causa de que estemos aquí.
—El señor Grey quiere verte. —dice Hugo.
No espera por mi respuesta, regresa por el pasillo así que me apresuro a seguirlo. Me paso las manos por el cabello castaño suelto para acomodarlo, riéndome luego por lo ridículo de la situación: mi vestido rojo cubierto de sangre y andar descalza seguramente opacarán el hecho de que mi cabello luce un poco maltratado.
Hugo atraviesa una puerta y yo me detengo cuando entro, mirando primero a los hombres en la habitación que me miran con atención. Incluso Sam contiene la respiración recordándome con la mirada que me comporte.
Mis ojos se mueven entonces al hombre sobre la cama de hospital, con los pantalones de su traje oscuro y el torso descubierto con vendajes en su brazo y pecho. Casi chillo de felicidad al verlo a salvo.
Pero no lo hago.
Mantengo las palabras de Sam presentes cuando me acerco despacio a su lado, sin creer que luce como recién salido de una revista de modelos y no de una cirugía para extraer balas.
—Es todo, váyanse. —les hace una seña con la cabeza—. Y no me molesten a menos que sea para decirme quién mandó a esos jodidos imbéciles.
—No se preocupe, señor. —un hombre bajo y de voz rasposa le contesta—. Nos aseguraremos de enviarlos a su jefe en pedazos.
Por poco me estremezco del miedo, pero me detengo porque Sam tiene razón. Tengo que ser dura si quiero sobrevivir en esta vida.
Recorro sus rostros con indiferencia hasta que salen de la habitación, luego giro hacia Christian.
—Nena. —sujeta mi cabello en un puño—. Jodidas gracias que estás bien.
Abro la boca para hablar, pero él ya está besándome y atrapando las palabras con su lengua.
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.Nuevo capitulo 😚
Feliz cumpleaños Arianny, espero que haya sido un excelente día. 🥳🎂
Este capítulo va dedicado para AngiAlvarado ganadora de la dinámica del grupo de Las Cerecitas. ¡Felicidades de nuevo! 🤭
También para DiianaBlanco ☺️ Saludos hermosa!
(◍•ᴗ•◍)❤
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Grey (Color Venganza #2)
FanfictionLe tendí una trampa. Lo que no esperaba era que yo sería la primera en caer: me enamoré de él. Acepté la oscuridad y el peligro que era su vida, hasta que cometí un error que me lo arrebataría todo. Un secreto imposible de ocultar.