Extra 02. Prescott.

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Oscuridad.

Luego la luz.

Mi conciencia se enciende como un foco que es conectado a la corriente y una lluvia de imágenes se reproduce como una película: Sangre, violencia, quemaduras, cortes, Christian. Los ojos muertos de Hugo es lo último que veo antes de que todo se interrumpa y vuelva a empezar.

—¿Samuel? ¿Me escuchas?

Mi mano se relaja cuando comprendo que es real, estoy viendo al Christian Grey de carne y hueso. Herido, maltrecho y con una cicatriz que le recorre el rostro desde la ceja, pero es él.

Lo salvé.

Suelto mi agarre en su mano para intentar quitar la mascarilla de mi boca, pero un golpe fuerte en la puerta me interrumpe.

—¿Señor Grey? Estamos listos.

Carajo, reconocería la jodida voz de Hugo en cualquier parte. Dejo caer mi mano contra mi pecho y giro la cabeza para fingir que sigo inconciente. Por ahora.

Necesito encontrar la forma de hablar con Christian antes de que Hugo pueda llegar a mi, o esta vez no volveré del más allá.

—Si, un momento. —no lo veo, pero escucho la vacilación en su voz.

Un instante después la puerta se abre.

—Welch quiere que sepa que encontró una pista.

Mi corazón late con fuerza ante la posibilidad de quedar a merced del jodido traidor Rodríguez.

—Dije que me dieras un puto momento, ¿No escuchaste? —le gruñe—. Sal de mi jodida vista.

Le toma un momento seguir la orden, finalmente sus pasos de alejan y la puerta se cierra. Esperaba que ambos se hubieran ido, pero cuando giro la cabeza de nuevo, Grey está ahí mirándome.

—Basta de jugar al muerto, Samuel. ¿Qué carajos?

Empujo la mascarilla de oxígeno a un lado e intento enderezarme para alcanzar el vaso de lo que parece ser whisky sobre la mesita. Solo necesito un sorbo para aclarar la garganta.

—Lento. —me pide—. Has estado ahí por mucho tiempo.

Así se siente. Mi cuerpo está entumecido, cables cuelgan de mis brazos y estoy seguro que no he comido una maldita cosa sólida en semanas.

—Sam, mírame. ¿Puedes hacer eso?

Asiento, bebiendo el trago del líquido ambarino y quemando mi garganta un poco.

—Hu... Go. —gruño fuerte y claro, tocando la cicatriz de mi mejilla para que no haya dudas sobre la maldita rata.

El imbécil me engañó todo este tiempo, jugando al tonto para ambos bandos y ganándose a Grey poco a poco. ¿Para qué? ¿Para quedar bien con Hyde? ¿Por dinero?

Christian capta todo en segundos, frunciendo el ceño y apretando la boca en una fina línea de molestia que podría confundir a cualquiera. No a mi.

Intento con otra palabra.

—A... Na.

Él niega inmediatamente.

—Un puto asunto a la vez. Espera aquí.

Y con eso, sale de la habitación cerrando la puerta detrás de él. Supongo que no va muy lejos porque escucho su voz claramente cuando se dirige a quien quiera que esté en su sala.

—¿Cuál es la pista?

La rasposa voz de su consejero de seguridad es inconfundible.

—Atrapamos a uno de los chicos de Hyde hablando de como se están reorganizando bajo un nuevo líder. Estaba alardeando de cómo el mismo Hyde se fue y dejó todo en manos de su mano derecha.

Hmm.

Ojalá pudiera levantarme de la jodida cama para escuchar mejor, pero mi cuerpo se siente como si no tuviera la fuerza suficiente. Tendré que confiar en Grey.

—Entiendo. —su voz es firme y autoritaria—. Sigan vigilando mientras reinicio la búsqueda de mi hermana. Rodríguez, necesito que vayas detrás de ella, investiga, rastréala, lo que tengas qué hacer para encontrarla.

¿Qué? ¡No!

—Si, señor Grey. —lo siguiente que se escucha es el timbre del ascensor y luego todo se queda en silencio.

Me enderezo en la cama tratando de despabilar el aturdimiento. Todo adormecimiento queda superado cuando la puerta de la habitación se abre de forma inesperada. La cabeza castaña de Grey y la canosa de Welch se asoman.

—Prescott despertó. —me señala y el viejo abre más los ojos—. Dice que el traidor es Hugo.

—Pero señor Grey, lo mandó a buscar a su hermana. —Welch pregunta la misma duda que tengo.

Christian hace una mueca.

—Y ahora te ordeno a ti que vayas detrás de él. Haz que uno de tus hombres lo siga y te avise cuando esté lejos de aquí. No lo puedo tener alrededor sabiendo que intentará deshacerse de Prescott otra vez.

Malditas gracias. Sabía que Christian no me dejaría a mi suerte.

Ahora todo es una carrera contra el tiempo para ver quién llega primero a Mía y Ana, y al bebé de Grey. Pero primero necesito levantarme de está jodida cama.

Después de retirar los tubos, las vías y todas las cosas que me mantienen atado a las máquinas, la enfermera me ayuda a levantarme después de dar un leve masaje a mis músculos adoloridos. Por lo que sé, ella se ha encargado de mi todo este tiempo.

Christian entra a la habitación con calma, llevando un vaso de jugo de naranja que me entrega para que tome y mis dedos temblorosos luchan por aferrarse al cristal.

—¿Estás listo para hablar?

—Si.

Hace un gesto a la enfermera para que nos deje solos y permanece frente a mi con las manos en los bolsillos.

—¿Qué ocurrió ese día? Necesito saberlo. —dice, y sé que se refiere al paradero de las mujeres.

—Sabía que alguien estaba filtrando información nuestra, Hyde parecía saber exactamente todo lo que hacíamos. —bebo sorbos del jugo para mantener mi boca hidratada—. No podía confiar en nadie, así que esperé a que todos estuvieran en posición para la misión de rescate antes de hablar con Ana.

—La ayudaste a escapar. —me acusa.

—No, señor Grey. Ella quería quedarse, pero eso la dejaría expuesta. —me tomo un momento para confesar—. Le pedí que se fuera y se llevara su hermana con ella para que la mantuviera a salvo, le di dinero y le aseguré que la encontraríamos cuando fuera seguro.

Grey frunce las cejas, pero sé que debajo de encuentra una expresión de alivio. Su mujer no huyó, si eso es lo que estaba pensando. Ella está allá afuera manteniendo a lo que queda de su familia a salvo.

—Bien. —asiente lentamente—. ¿Puedes levantarte?

—Si.

—Perfecto. Ahora mueve el culo para que encuentres a Ana antes de que Hugo lo haga, y sal de mi maldita habitación, estoy cansado de dormir en el sofá de mi estudio.

Maldito mentiroso, me río. La señora Jones dijo que está usando una habitación de arriba porque no quería incomodarme. Pero sé que quiere mantener su imagen de jefe duro y cruel.

La verdad es que, cualquiera que lo haya visto las últimas veces con Ana, sabe que Christian Grey tiene un corazón.

Y va a encontrarla.

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Holis!

Capítulos dedicados a la ganadora de la dinámica de ayer F3RGrey y a las participantes moritaDiana vivimar1923  fabygreysteel vanejesu imaginegalaxymx

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Grey (Color Venganza #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora