AMALIA
Hoy había sido una mañana extremadamente agitada y con el cansancio que últimamente estoy experimentando sobrellevar el día laboral era doblemente agotador. Estaba a unos días de entrar a los tres meses de embarazo, pero las náuseas y el cansancio no me daban tregua.
Lo que si me tenía expectante era que el fin de semana íbamos a reunir a nuestra familia y amigos para contarles la noticia, moría por ver la cara de todos en especial la de mi hermano cuando se enterara, se va a volver loco.
Hoy tuve consulta con la obstetra y me confirmo que todo está muy bien y que mi pequeño poroto crece muy fuerte asique me dio el visto bueno para que cuente la gran noticia. Si bien disfrute como nunca hasta ahora el miedo a que algo pasara estaba ahí latente pero siempre logro tranquilizarme cada vez que le consultaba y eso me hacía sentir muy tranquila, a mí y a Henry claro.
Obviamente que encontrar a una obstetra no fue un proceso fácil, mi posesivo esposo casi le da un ataque cuando le dije que mi obstetra iba a ser hombre, uno de los mejores en su campo, pero claro está eso no bastaba. Recuerdo su cara de fastidio y sus palabras "Nadie te va a ver ni meter mano excepto yo" aún me rio por lo primitivo que a veces puede llegar a ser.
Pero para no discutir y tener que mandarlo a dormir otra vez al sillón decidí por esta vez plantar bandera blanca y buscar una obstetra mujer, hecho que lo alivio un montón.
Ahora me encuentro en la sala de descanso después de haber hablado por teléfono con Henry contándole las últimas novedades. Tengo media hora antes de asistir a una cirugía por lo que voy a aprovechar para comer algo.
-Al fin te encuentro- Susurran a mi espalda, me giro sabiendo de quien es esa voz.
-Alex.
-Te he estado buscando Amalia- Se sienta en el sillón que hay en la sala- Estas bien? ¿Te noto un poco pálida?
-Si estoy bien- Me toco la cara- Que necesitabas?
-Tenemos cirugía en media hora - Se cruza de piernas, gesto que no me pasa desapercibido. A pesar de que no siento nada por el no puedo obviar que es un hombre extremadamente elegante en sus poses y muy atractivo.
-Si lo sé, estaba por comer algo antes.
-Amalia- Carraspea- Sé que no soy una persona de tu agrado, pero no me gusta esta distancia que hay entre ambos como si no nos conociéramos.
-Alex...
-No, déjame hablar- Se sienta recto y me mira fijamente- Sé que empezamos con el pie izquierdo y te dije algo que no debería haberte dicho, aun cuando es cierto- Se queda unos segundos pensativo- Yo nunca pude olvidarte a pesar de que fui yo el que se fue y es cierto volví por ti únicamente, pero créeme cuando te digo que no voy a hacer nada que altere tu matrimonio o tu tranquilidad.
-Pero y tu prometida? - Niega con la cabeza y suspira.
-Eso fue un error- Dice- Se terminó- Lo miro asombrada pensando si esta decisión tiene algo que ver con que haya vuelto, no es mi culpa en todo caso, pero no se siente bonito, él se da cuenta de mis inquietudes y me tranquiliza- No fue por ti, Greta y yo fuimos una mala combinación que se empecino en continuar, pensé que con el tiempo podría sentir algo más por ella- Se queda pensativo y mirando a la nada- No paso y lo sabía, ahora cada uno siguió su camino y el mío esta puesto en mi carrera.
Perplejidad seria la definición más exacta de cómo me encuentro ahora, estática y sin saber que decir.
-No sé qué decir- Hablo saliendo de mi trance- Tiene razón en varias cosas, Alex yo...
-Odio saber que te casaste con el- Me interrumpe- Y no lo puedo evitar porque saber eso me hace dar cuenta lo imbécil que fui al perderte, quizás si no me hubiese ido ahora tu esposo seria yo y no el- Ríe negando- Pero también te veo radiante y feliz y aunque suene loco me siento feliz por ti, me da felicidad ver lo bien que resultaron las cosas para ti y lo brillante que eres- Me sonríe- Estoy muy orgullo de ti Amalia y me conformo con que me brindes tu amistad, aunque sea.
Realmente no sé si son las hormonas del embarazo o si finalmente después de tantos años podemos despedirnos como no pudimos en ese momento, pero me levanto y lo abrazo. Y lo abrazo sinceramente, siempre fue alguien especial para mí con el que compartí muchas cosas y con el que comparto mi gran pasión, ya no siento amor por él, pero si un gran cariño y me alegra que haya sabido entender que mi corazón y mi amor están donde deben estar, con Henry.
-Vamos colega, tenemos magia que hacer- Le palmeo la espalada y nos recomponemos de este momento especial que tuvimos, el me sigue sonriente.
La cirugía duro más de lo que me hubiera gustado y después de las indicaciones y el pápelo post operación me dirigía a la salida para ir al despacho de mi esposo.
Hoy le daría una sorpresa al ir a buscarlo.
Hacía varios días que no lo hacía y el motivo tenia nombre y apellido, es que no me trago el papel de buenita que le hace a Henry cuando a mí me trata pésimo. Detestaba a Vanessa como nunca deteste a nadie y no son celos porque confió en él y sé muy bien el jueguito que ella hace. De momento no me voy a meter porque quiero que Henry solo se dé cuenta que clase de persona es, pero si me toca muchos los ovarios que se atenga a las consecuencias.
Llego a su oficina y por supuesto no veo a su secretaria en su lugar imaginando donde puede estar, me acerco a la oficina de Henry que tenía la puerta entreabierta y sin que noten mi presencia los veo.
Él está sentado en su escritorio tecleando cosas en su computador sumamente concentrado y ella hablándole muy cerca y coqueteándole aun cuando no le está prestando el mínimo de atención. Dios que mujer más descarada que no entiende, pero cuando veo que tiene intención de acercarse a decirle algo al oído exploto.
-Fuera- Le digo elevando mi tono de voz, lo que hace que ambos me miren sorprendidos.
-Disculpa? - Finge un tono de voz como si estuviera ofendida.
-Dije que fuera- Repito, no creo que seas sorda cariño- Tu día laboral acaba de terminar, retírate que necesito estar a solas con mi esposo.
-Henry... - Lo mira ignorando lo que dije, buscando su protección.
-Ya ha oído a mi esposa señorita Garrett- Sonrió por lo bajo- Puede retirase, hasta mañana.
No puede evitar pasar por mi lado bufando y fulminándome con la mirada, hecho que poco me importa, si no se ubica no tengo problema en ubicarla.
-Señorita Garrett- La llamo con la cabeza en alto lo que hace que se dé la vuelta fastidiada- No se le olvide que Henry, mi esposo es el Señor Grey para usted... ¿Estamos claro?
-Por su puesto Señora Grey- Sale dando un portazo. Me aplaudo mentalmente ya me canso su constante descaro. Me giro echando fuego por los ojos y observo a un Henry estático en la misma posición.
-No he hecho nada lo juro- Se excusa sin moverse y bajo mi atenta mirada- Mi amor...
-Lo sé- Suavizo mi postura- Solo vine a buscarte para ir a cenar, pero me enloqueció que este tan cerca de ti.
-Ven aquí mi pequeña fiera- Me indica con su mano que me acerque cosa que hago encantada, me rodea la cintura con sus fuertes brazos y esconde su rostro en mi cuello aspirando mi perfume- Tu eres la única que me interesa que este cerca, solo tú.
-Henry...- Gimoteo cuando siento su boca dejar besos por mi cuello- La cena...
-Yo estoy muy complacido con el manjar que tengo frente a mí- Me sienta en su escritorio y se coloca entre mis piernas, volviendo a torturar mi cuello.
-Dios...
-No mi amor, dios no- Me mira mientras levanta mi falda y llega mi sexo ya húmedo y excitado- Tu esposo, el que te va a coger tan duro que no vas a poder caminar luego.
Las palabras se me atoraron en la garganta ante semejante promesa que él iba a cumplir a la perfección. Desabotono su camisa blanca y desajusto su corbata, quitándosela y arrojándolas a algún lugar.
Supongo que la cena tendrá que esperar...
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Our Love Story
RomanceSecuela de "Seduction Games" Un año paso desde la propuesta de matrimonio de Henry y finalmente se encuentran preparados para dar el gran paso. Amalia y Henry dan inicio a su vida de casados, con sus carreras solidas y un amor al parecer inquebranta...