Capitulo 35

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HENRY

Faltaban solo dos días para que viajemos a Londres y había que dejar todo estratégicamente planeado. Habíamos conseguido pruebas sustanciosas que una vez en suelo ingles íbamos a entregar a las autoridades.

Estoy seguro que Vanessa tuvo que ver con el atentado a Amalia, pero no conseguimos pruebas por lo cual no podemos acusarla de nada, si, en cambio descubrimos algunos negocios poco claros que estuvo llevando a cabo, eso sin contar el regalito social que iba a darle.

Además, estaba reservando la habitación del hotel en Florencia, que era donde íbamos a irnos por unos días para desaparecer un poco del mapa. Esto claro, era una sorpresa para Amalia, digamos que es un poco también la revancha de ese viaje que nunca pudimos hacer. Ya había hablado con Alex y le conté de mis planes y la situación y no hubo problema con la futura ausencia de mi esposa en el hospital.

Para lo que íbamos a hacer hoy tuve que pagarle a Vanessa un spa de lujo y dejarla fuera del radar varias horas. Estábamos en la casa de James junto a su esposo esperando por Thomas y su hermana, aun no le había dicho lo del divorcio, pero a eso además iba a sumarle que en dos horas vendría un juez de paz a casarnos.

Era sumamente necesario hacer esto antes de irnos por dos sencillos motivos, el primero y más que importante es que ya no quiero seguir divorciado de ella, es mi esposa, la única y así debió ser siempre, pero la segunda es que los voy a imposibilitar legalmente a que hagan cualquier cosa y voy a hacerlo público para que todos sepan quién es la mujer de mi vida.

-Puedo saber que festejamos? - La voz de Amalia resuena por la sala y cuando la veo no puedo dejar de admirar lo tan perfectamente hermosa que es. No sé qué le habrá dicho Thomas, pero viste un vestido ceñido al cuerpo blanco que deja relucir sus imponentes curvas, lleva unos tacones que hace que sus piernas sean exquisitamente perfectas y su cabello negro largo y suelto.

Perfecta.

-Simplemente perfecta- No me aguanto y la tomo de la cintura acercándola a mí y besándola como si no lo hubiera hecho en años. Los tres hombres carraspean a nuestras espaldas y ella se ríe bajito sonrojándose.

-Yo también te extrañe- Me susurra y me deja un beso cortito para mi gusto y se separa de mí.

Ella saluda a James y su esposo y pregunta por el pequeño que tienen pero que no está ya que se encuentra con los padres de Rick, me la llevo hasta la biblioteca de James para que podamos hablar solos y tener un poco de intimidad.

-Me dirás ahora el porqué de esta pequeña y selecta reunión? - Amalia, aunque me sonríe me da esa mirada que no da lugar a rodeos o evasivas, no pensaba darlas de todas formas.

-Tenemos que hablar de algo- Me acerco- La sentencia de divorcio salió hace unos días, legalmente estamos divorciados princesa.

Su cara se transforma y palidece, la veo apoyarse del escritorio y sostenerse, me acerco a ella rápido y agarro su cintura y la pego a mí, no dice nada, pero cierra los ojos y me toma del saco del traje.

-Y ahora? - Dice en un hilo de voz- No quiero estar divorciada de ti.

-Ahora nos volvemos a casar- La miro y le sonrío- Estas perfecta para lo ocasión.

-Que? – Me mira abriendo bien grande esos ojos negros que me enloquecen y no me aguanto y estampo mi boca contra la suya que emite un jadeo de sorpresa. Pasa sus brazos por mi nuca y subiendo sus manos a mi pelo tira mientras profundizamos el beso. Me separo de ella y pego mi frente a la suya mientras tratamos de respirar mejor.

-Mi amor si no paramos aquí vamos a hacerlo sobre el escritorio de James y no creo que le guste- Se ríe y acomoda su vestido que yo desacomode mientras me perdía en su piel.

Our Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora