Capitulo 28

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HENRY

Entro al lugar y lo observo con cautela a pesar de que esta en penumbras y se ve poco. Es grande y desprende un aroma que me resulta familiar, es cálido y se siente bien, se siente correcto estar aquí y esa sensación de pertenencia me abruma y me confunde.

Enciendo una lámpara y veo en detalle todo, es hermoso, hay cuadros y todo esta armoniosamente decorado. De repente encentro mucho de mi gusto aquí, sé que Thomas dijo que este era mi verdadero hogar y ciertamente se siente así.

Paso por la cocina luego de ver el living y subo las escaleras que supongo darán hacia los cuartos, sin embargo, me freno en seco al ver colgados de la pared varios retratos míos y de Amalia... juntos. Sonriendo en un parque, hay una bajo un árbol de navidad, otra en una playa y la que más me impacto de todas y que me hiso recostarme sobre la pared es la fotografía de la que parece ser nuestra boda.

¿Qué mierda significa todo esto? ¿Estoy casado con ella? ¿Y Vanessa? ¿Cómo es que hay fotos así con ella y con Vanessa no? Todo me da vueltas y siento que la cabeza me va a explotar porque no entiendo nada.

Abro una puerta y entro a un cuarto a oscuras solamente iluminado por la luz nocturna de afuera... entonces la veo y mi corazón se detiene como cada vez desde que la vi en ese hospital. Está dormida y como si mi cuerpo tuviera vida propia se mueve hasta la cama, me arrodillo y la observo a detalle.

Dios no puedo creer lo hermosa que es y lo tranquila y relajada que se ve durmiendo, quito un mechón de su rostro y mueve la nariz de forma graciosa pero que me derrite el alma y pienso que no me importaría tener esta imagen para mi toda la vida.

Delineo su nariz y bajo a sus labios, no me aguanto y apenas los rozo con los míos, tiene puesta una camisa y tiene mi perfume y saber eso me genera mil cosas que no puedo explicar. Me siento un momento porque estoy abombado, la cabeza me la late y duele como los mil demonios, trato de regular mi respiración porque me siento ahogado y no entiendo nada.

Nunca tuve una crisis nerviosa o al menos eso creo, pero en este momento esa es la definición más cercana a la que puedo asemejarla, cierro los ojos tratando de recordar algo o lo que sea hasta que su voz me saca del trance.

-Henry? - Abro los ojos y la miro, esta medio dormida aun y tiene una expresión adorable- Eres tú? ¿Qué haces aquí? ¿Como... como?

-Son muchas preguntas Amalia- Por instinto me acerco más y ella se cubre con las sabanas, está sentada en la cama con una expresión de confusión que yo también debo tener- Encontré estas llaves en mi escritorio y Thomas dijo que este era mi verdadero hogar...

-Henry...

-Y por lo que puedo observar tu eres parte de mi hogar- No me mira- Amalia...

-Yo... no... no puedo- Levanto su mentón para que me mire, pero ella es rápida esquivando la mirada y levantándose para marcar distancia- No puedo decirte, tú debes recordar solo todo.

-Pero no lo recuerdo! - Grito y se sobresalta, me doy cuenta de lo tonto que fui y me acerco a ella que no se aleja- No lo recuerdo Amalia por más que lo intente, pero, aunque nada llegue a mi memoria esta todo esto que siento dentro y que no puedo controlar.

-De que hablas? - Me mira con esos preciosos ojos.

-De que no puedo esconder todo lo que me pasa contigo Amalia- Me acerco más a ella- Te pienso todo el tiempo, sueño contigo y quiero tenerte cerca siempre- Acaricio sus brazos mientras ambos nos perdemos en la mirada del otro porque yo no puedo negar lo que me pasa con ella, pero ciertamente ella tampoco puede esconder que algo le género- Se siente tan bien y tan natural acariciarte y estar contigo.

Our Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora