Capitulo 13

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AMALIA

Estaba desayunando con Henry luego de la increíble noche que tuvimos y tuvo razón hoy me costaba caminar, pero no podía quejarme había sido delicioso.

Habíamos terminado de arreglar los últimos detalles para la cena que daríamos el sábado en casa ya que solo faltaban dos días. Quería dejar todo listo porque estábamos con mucho trabajo y no quería estresarme ese día con todo a último momento.

Íbamos a dar una noticia muy importante para ambos.

Me dejo en el hospital como cada día y quedo en recogerme a las siete para asistir a la gala de abogados que se hace todos los años. Como no me iba a dar el tiempo para ir a casa a arreglarme no me quedo más que traer las cosas aquí para cambiarme.

Demasiado lujo para mi eran esas cenas, pero saber que Molly también estaría allí me aliviaba porque la verdad que odiaba estos eventos. No era la primera vez que iba, alguna vez acompañé a Thomas y Molly, pero cuando comencé a acompañar a Henry los comentarios no se hicieron esperar.

"Es muy joven para el" "Seguro es su crisis de los cuarenta" "Es una pena que haya dejado a Emily que era una mujer con clase y estilo"

Esta era la primera vez que asistiría como su esposa y ya me esperaba los comentarios maliciosos de aquellas personas.

¿Me importaba lo que pensaran de mí? No claramente, pero aun así no dejaba ser molesto.

El hospital justo el día de hoy había sido una maldita locura, ni siquiera había podido parar para almorzar como corresponde y mucho menos pude ver a Liz en todo el día. Ya eran las seis de la tarde y yo aún no comenzaba a alistarme.

Terminé mis rondas y el papeleo y me fui casi corriendo a la sala de descanso a cambiarme y arreglar un poco la cara de extremo cansancio que tenía. Cuando terminé y me vi no estaba disconforme con lo que había logrado.

Opte por un vestido rojo de mangas largas y ceñido al cuerpo, era un poco escotado pero el atractivo estaba en la abertura que este tenía que me llegaba un poco más arriba de las rodillas dejando ver mis piernas y lo combine con unos tacones plateados al igual que los aretes.

Me deje el pelo suelto con algunas ondas y un maquillaje no tan cargado.

Tome mi cartera y mis cosas y salí ya que no faltaba mucho para que Henry me recogiera. Estaba por llegar a la salida cuando una voz me detuvo el paso.

-Déjame decirte que estas increíblemente bella- Alex se me quedo mirando fijo cuando me gire. Estaba a punto de contestarle, pero una segunda voz lo hiso por mí.

-Ella ya lo sabe Wagner se lo digo todo el tiempo- Pongo lo ojos en blanco ya me veía venir esta competencia de meadas de machos alfa- Además tenemos espejos en nuestro hogar, deja de insinuártele a mi esposa.

-Dios...

-Amalia estate atenta por cualquier cosa, hoy el hospital fue un caos- Henry iba a protestar, pero me adelante y no lo deje hablar.

-Seguro, adiós Alex- Tire de el para que nos fuéramos, pero me dio la espalda y camino delante de mí.

-Se puede saber qué te pasa? - Lo llame cuando llegamos al auto.

-Nada- Dijo fríamente.

-Henry, vamos- Me acerque y lo abrace- Estas enojado?

-No estoy enojado- Suspiro- Estoy malditamente celoso de que se te insinué así, de saber que estas todo el día con el dándote vueltas.

-Mi amor- Le acaricio la mejilla- Nada de eso es importante porque al final del día con el único que quiero estar es contigo.

Su mirada se suaviza y me besa con ternura y pasión y juro que si no fuera importante que el asista a esa bendita gala ya lo hubiera secuestrado para mí.

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