Capitulo 30

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AMALIA

Abro los ojos de golpe y me encuentro en la cama sola, dios no.... no pude haberlo soñado porque se sintió tan malditamente real. Me levanto y me vuelvo a colocar la camisa que tenía puesta, si estaba desnuda entonces...

Bajo rápido a la cocina, necesito tomar agua tengo la boca seca y muero de sed. Me freno en seco cuando llego a la puerta y lo veo parado preparando café.

Joder.

Joder.

Joder.

-Buenos días- Se acerca cuando me nota y yo sigo sin poder conectar dos ideas juntas.

-Buenos días- Carraspeo y paso por su lado, necesito saber que lo llevo a venir aquí y porque no se fue, pero antes de que pueda decir algo me toma de la muñeca y me acerca a él.

-Amalia...

-Qué haces aquí Henry? - Cuando me da una mirada de arriba abajo recuerdo como estoy. Dios estoy nerviosa, me acosté con mi esposo, bueno ex esposo y que no me recuerda- Ay joder esto está mal, no debimos... es decir, no, porque bueno yo... tu...

-Amalia...

-Porque viniste? Es decir... ¿Eres consciente de lo que paso anoche?

-Amalia yo...

-No Henry, dios- Estoy dando vueltas por la cocina como una loca y balbuceando cosas sin sentido porque esto que paso no debería de haber pasado y quizás a él le hiso mal y yo no puedo darle respuestas y...

-Amalia quieres quedarte quieta! - Me freno y lo observo con su maldita sonrisa perfecta en esa tan apetecible boca, se acerca a mí y mis nervios y mi pulso se disparan a niveles estratosféricos- Sera que te quedas así paradita para que pueda darle el beso de buenos días a mi esposa.

-Bueno dicho... ¿Qué?

-Mi amor- Se acerca más a mí y yo niego con la cabeza.

-No

-Amalia.

-No.... no, no, no... ¡No puede ser! - Cierro los ojos, quizás escuche mal, estoy cansada y con un estrés de mierda, si debe ser eso... el no dijo mi esposa.

-Mi amor- Me acaricia el rostro con sus pulgares- Lo recordé absolutamente todo.

Y eso solo fue el detonante para que todo lo que me pesaba estas semanas se libere y rompa en un llanto que hasta a mí se me hace desgarrador. El me abraza y yo me aferro a él porque no quiero separarme nunca más de su calor y lloro mientras el en silencio me acaricia. El también llora y no sé hasta cuando estamos así pero cuando logro calmarme me separo y lo miro, limpio con una caricia sus lágrimas y lo beso.

Es un beso lento y sin prisa, suave y lleno de todo el amor que tengo por él, porque eso quiero, que sienta cuanto lo amo. Porque es todo para mí y lo extrañe tanto pero tanto que es imposible ponerlo en palabras.

-Cuando? - Lo acaricio- Cuando recordaste todo? ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

-Ven- Nos lleva hasta el sofá del living donde se sienta y me sienta a mi encima suyo, acaricia mis muslos antes de hablar- Anoche, luego de que te durmieras, me dolía mucho la cabeza y cerré los ojos sintiendo tu perfume y todo volvió a mí, todos nuestros recuerdos... todo.

-Porque no me despertaste- Siento sus caricias por debajo de la camisa en mi cintura- Estas bien?

-Si mi amor, ahora estoy muy bien- Me besa- Pero debemos hablar- Me tenso y él lo nota- Lo sé todo, anoche hable con Thomas.

Our Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora