Capitulo 25

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AMALIA

Mañana le darán el alta a Henry y al igual que hoy entro a verlo cuando me aseguro de que está solo, las cosas con sus padres han estado tensas y más con Vanessa dando vueltas. Thomas no se ha despegado ni un minuto de mí y es un alivio porque no podría hacer esto sola.

También le estuve enviando informes a Alex que me decía lo que ya se y lo que el doctor Spencer también ha dicho, asegurándome que una vez que lleguemos a casa él personalmente se hará cargo del tratamiento de Henry.

No es fácil para mi verlo y fingir que no hay nada entre nosotros porque yo no puedo mirarlo de otra manera que no sea con amor, necesito despertar de esta pesadilla. Necesito calma y que seamos solos los dos, quiero y necesito disfrutar de mi matrimonio sin que algo este pasando constantemente.

Entro a la habitación cautelosamente porque duerme y no quiero despertarlo, chequeo todo y cuando estoy por dejarle un beso comienza a removerse frunciendo el ceño con dolor, vuelvo a chequear sus signos, el suero y cuando voy a controlar su respiración que se tornó irregular, abre los ojos y me toma fuertemente de la muñeca.

-Soy yo Henry, Amalia- Le digo para que se ubique- Trata de inhalar y exhalar despacio, necesito que te tranquilices.

-No.... no puedo... duele mucho- Aprieta más mi muñeca- Quítalo por favor.

-Que te duele? - Niega- Habla conmigo.

-La cabeza- Clava sus ojos azules en los míos- Me está matando.

Chequeo cuando fue su última dosis de medicación y decido subir un gramo más la dosis y dejarlo asentado en su historia, no la firmo porque no quiero que sepan que lo estoy tratando también, pero se lo avisare luego a Spencer. Se relaja y yo le indico que se recueste y comienzo a masajear sus sienes. Suspira aliviado cuando la medicación comienza a hacer efecto rápidamente, es normal que tenga dolores de cabeza, pero no dejan de ser molestos.

-Te han dicho ya que tienes manos mágicas- Sonrió- Te han dicho ya lo hermosa que eres?

-Mi esposo- Respondo sin darme cuenta y el abre los ojos con un ligero enojo en ellos.

-Claro...

-Sera mejor que descanses Henry- Me separo de su lado- Yo debo irme.

-Amalia-Su voz me hace detener- Vendrás mañana cierto?

-Si- Respondo firme ante esa mirada que conozco cuando algo lo pone intranquilo- Que sucede? Puedes hablar conmigo.

-Es... es que es una tontería- Finge un amago de sonrisa y suspira- Es que me siento tranquilo si tu estas alrededor, me siento en paz- Me mira y tengo que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para no besarlo- No sé porque, yo estoy seguro que Thomas cortaría mis bolas si supiera, pero me siento en calma y seguro cuando vienes y no me pasa con las demás personas.

-Puedes estar tranquilo Henry- Le doy un beso en la mejilla- Mañana vendré, ahora descansa.

-Adiós Amalia.

-Adiós Henry.

Igual que ayer cuando me quedo sola en el pasillo me permito derramar algunas lágrimas porque toda la situación ciertamente me supera, hace dos días no duermo y Thomas me lleva al hotel a rastras para que descanse unas horas al menos.

Me despierto muy temprano en la mañana porque quiero estar ahí para firmar los papeles del alta y así poder irnos, la realidad es que fue poco lo que pude dormir asique cuando Thomas vino a decirme que iría a hablar con el dueño del lugar donde rentaron el auto con el que chocaron yo ya estaba despierta y duchada.

Our Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora