Un par de besos en mi cuello y el inconfundible perfume de mi esposo me sacan lentamente del letargo, estoy tan cómoda y calentita que me cuesta un mundo abrir los ojos. Mientras hago mis mejores esfuerzos en lógralo mi mente evoca todo lo que sucedió en esta alcoba horas atrás.
Recapitulo cada caricia, tacto y sensación al sentir el hormigueo de dolor en las caderas, abro los ojos de golpe al sentir sus manos en mis muslos y quito la sabana encontrándome con sus varoniles manos y mi desnudez.
Joder Henry siempre iba a seguir quitándome el aliento.
-Buen día princesa- Su voz ronca me atrapa, me invade, me aviva- Café amargo para afrontar el largo día de hoy y recuperarte de lo de anoche.
Me desperezo y doy un bostezo mientras me siento en el respaldo de la cama y le doy un sorbo a mi bebida caliente, lo observo en su bata escoger que vestirá. Me pierdo en sus brazos fuertes y sus piernas tonificadas, su culo es un espectáculo digno de admirar y se me calienta el pecho al saberme sintiendo el mismo o más deseo y amor por mi esposo.
-Es muy temprano? – Pregunto sin dejar de mirarlo- Ya se levantó?
Se acerca a mi acariciando mis piernas y mi pulso enseguida se dispara, se me corta la respiración al observar ese azul brillante de sus ojos devorarme.
-Eso no sucederá hasta que no vaya a llenarla de besos- Niña mimada- Como te sientes?
-De maravillas- Termino mi café y lo apunto con el dedo- Deja de malcriar a esa niña Henry.
Me sonríe, el bastardo me sonríe con arrogancia sabiendo que jamás ganare esa batalla, Lini siempre será la niña de papá.
-Estas feliz- Su nariz roza mi mejilla.
-No sabes cuánto- Me besa robándome el aliento- Hoy es un día especial.
Dejo la taza sobre la mesa de noche y lo sigo al baño donde está lavándose los dientes, me paro a su lado observando mi figura desnuda en el espejo, el hace lo mismo sonriéndome.
-Hace un tiempo vengo considerando la idea de operarme los pechos- A ver no es algo sumamente necesario, ni me hace menos mujer tener las tetas caídas, es algo más personal, es recuperar un poco la parte de mi cuerpo que más se resintió con la maternidad. Celine se alimentó de mi hasta casi los dos años aun cuando al final ya no producia leche, pero me costó horrores hacer el desapego porque esa conexión con ella era inigualable- Están caídos los dos.
Henry bajo la vista a mis pechos y se me los quedo mirando como si no entendiera que decía cuando era evidente lo que decía, su rostro era confusión pura, se giró hacia a mí y los agarro con sus manos grandes provocándome un escalofrió.
-Si es tu deseo entonces hazlo- Me pellizco un pezón- Pero para mí estas perfecta- Toma mi mentón y deposita un corto beso en mis labios para terminar de asearse.
Miro la hora que marcan las diez y me alivia saber que hoy no hay horarios ni consultas ni trabajo, sin embargo, festejaremos el cumpleaños de Lini y Henry y sé que será un día interminable.
Vuelvo a observar a mi esposo mientras se afeita con pura devoción, me cuesta creer que han pasado casi quince años desde que nos vimos por primera vez, porque el sentimiento sigue siendo apabullante, me sigo sintiendo como esa Amalia de dieciocho que se ponía nerviosa con su sola presencia.
-Preparaste el desayuno de pancakes junto con sus flores y sus regalos? - Celine es la niña más amorosa y cariñosa sobre la faz de la tierra, pero si no recibe aquello en cada cumpleaños, un conflicto mundial no es nada comparado al humor que se carga. Henry por su puesto en mayor medida que yo aprendió a leerla de pies a cabeza y cumple cada requerimiento que ella le hace con un batir de pestañas, a mi por supuesto me toco el papel de autoritaria la mayoría de las veces.
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Our Love Story
RomanceSecuela de "Seduction Games" Un año paso desde la propuesta de matrimonio de Henry y finalmente se encuentran preparados para dar el gran paso. Amalia y Henry dan inicio a su vida de casados, con sus carreras solidas y un amor al parecer inquebranta...