HENRY
Los días han pasado volando y me encuentro organizando los documentos y carpetas que deberé llevarme mañana a Londres, realmente no quiero irme y dejar sola a Amalia y menos con lo bien que ha estado estas últimas dos semanas.
Las pesadillas ya son menos frecuentes y ha dejado de llorar, luego de esa cita que tuvimos hemos estado saliendo varias noches, hemos ido al cine, a comer, a beber a algún bar e inclusive una noche fuimos a una discoteca a bailar.
No ha sido esa de las mejores experiencias ya que tuve que apartar varias manos e insinuaciones atrevidas hacia mi esposa. Ella se piensa que ningún hombre la va a mirar cuando no se da cuenta que es una maldita diosa.
Pero es mía, mi diosa.
No quiero irme, la verdad es que preferiría irme a ese viaje con ella ya, solos, lejos de todo, pero debo hacerlo, hace más de un mes que vengo retrasándolo. No pienso demorar más de dos días y si eso sucede entonces Vanessa y Cristopher se quedarán a terminar con las reuniones.
Amo mi trabajo, pero mi prioridad siempre va a ser Amalia.
Subo a la habitación a darme una ducha luego de haber estado dos horas en el gimnasio, últimamente estoy levantándome casi al amanecer para ir a descargar ahí. La necesidad que tengo de mi esposa cada día se hace más grande, clínicamente ha pasado más de un mes y ya está apta para retomar su vida sexual, pero prefiero no presionarla y que se ella la que de ese paso cuando esté lista.
No hemos hecho más que besarnos y algún que otro roce, incluso cuando nos bañamos juntos y dios, extraño sentirla, pero como su bienestar es más importante que mi calentura he encontrado en el boxeo una buena manera de descargar.
Entro y la encuentro profundamente dormida en la misma posición que cuando me fui, que es, abrazada a mi almohada. Todo este tiempo no durmió si no es abrazada a mí, con lo que debo hacer malabares cuando me levanto.
Aparto un mechón de pelo de su rostro y detallo cada rasgo y facción, es perfecta. El recuerdo de la primera vez que estuvimos juntos hace ya muchos años atrás llega a mi memoria y sonrió porque me quede como idiota embelesado observándola dormir como lo hago ahora, de hecho, vuelvo a acariciar su espalda desnuda como aquella vez disfrutando con mi tacto de su piel.
Dejo un beso en sus labios evitando despertarla y me meto al baño donde me dispongo a darme un baño refrescante. Me quedo un rato bajo el agua y sin darme cuenta cuando entro, siento como sus manos acarician todo el ancho de mi espalda mientras deja besos y me hace estremecer.
-Debo decir que me alegra que me abandones cada mañana- Me giro para mirarla- Porque los resultados están siendo increíbles.
-Está coqueteándome señora Grey? - La pego a mí y sonríe.
-Puede...- Pasa sus brazos por mi cuello y en puntitas de pie me da un beso.
-Es usted muy atrevida déjeme decirle- La giro y comienzo a dejar besos por su cuello y hombros.
-No más que usted señor Grey- Jadea cuando muerdo el lóbulo de su oreja- Te voy a extrañar- Suelta volviéndose a poner frente a mí.
-No creo que más que yo- La coloco debajo del agua cuando comienza a lavarse el cabello- Son solo dos días nada más.
-Lo sé, sé que es tu deber- Me da una sonrisa triste- Pero odio que esa maldita tenga que ir.
-Mi amor Vanessa no es nadie para mí- Hago que me mire- Solo eres tú la única mujer que quiero y me interesa. ¿Confías en mí?
-En ti confió- Suspira- No confió en ella. Dos días nada más.
-Dos días- Dejo un beso- Y luego nos iremos a esa playa para que me hagas un desfile en todos tus trajes de bikini y sin ellos también- Le guiño un ojo y salgo de la ducha para que se termine de bañarse.
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Our Love Story
RomanceSecuela de "Seduction Games" Un año paso desde la propuesta de matrimonio de Henry y finalmente se encuentran preparados para dar el gran paso. Amalia y Henry dan inicio a su vida de casados, con sus carreras solidas y un amor al parecer inquebranta...