Parte 16.- Doloroso pasado

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El fuego consumía todo. Todo lo que alguna vez fue su hogar.

--¡Nick! ¡Corre y no te detengas! ¡Solo corre!

El pequeño Nick Nelson trataba de ponerse a cubierto junto a su madre. Los proyectiles infernales descendían desde el cielo, emitidos por esa monstruosidad triangular, por esa ciudad flotante.

Las llamas se encendieron en cada uno de los árboles. Y las modestas casas de madera ahora caían presas del invencible armamento del Imperio.

--Mamá ¿Dónde está papá?

--¡Dije que siguieras corriendo! ¡Los inquisidores están ahí detrás!

Y desde lo lejos, Nick podía ver cómo los múltiples destellos rojos asesinaban a los indefensos habitantes.

La hoja de los sables de luz rubí se hundía en el delgado cuerpo de niños, ancianos y mujeres por igual.

Aquellos lo suficientemente afortunados como para estar lejos de estos asesinos, podían tener la mala suerte de recibir un disparo directo del Destructor Estelar en el cielo.

Nick Nelson continuaba corriendo. Y de un instante a otro, aquellos muchachos que corrían a su alrededor desaparecían, dejando atrás nada más que el cráter de impacto de un proyectil de láser.

--¡Señora Nelson! ¡Hay un transporte en el lago! ¡Lleve a su hijo hacia allá! –la voz del anciano trandoshano fue silenciada en cuanto el disparo de un stormtrooper golpeó directo en su espalda.

--¡Sigue adelante Nick! –y soltando la mano de su hijo, Olivia Nelson liberó el luminoso poder azul de su espada.

Con elegancia y potencia, dibujó medios círculos en el aire, rechazando con este movimiento, los disparos de los soldados enemigos.

--¡Mamá! ¡Corre! ¡Aún falta mucho para llegar al lago!

Los disparos se hacían cada vez más frecuentes. Los cinco soldados blancos pasaron a aumentar su número a veinte.

Y con cada arma láser añadida a las ráfagas de fuego, a Olivia Nelson le resultaba difícil bloquear todos y cada uno de los ataques.

--¡Nick! ¡Escóndete! ¡Está cerca! ¡Puedo sentirlo!

Y poco a poco los disparos cesaron. Los soldados se replegaron y pusieron sus armas en posición de descanso.

Las rocas comenzaron a levitar del suelo, junto con la arena. La madera de todas las casas comenzó a crujir de terror con la presencia de esta entidad. Los pasos pesados, acompañados de esa respiración forzada estremecieron a Olivia Nelson.

Y frente a la noble Jedi, este demonio apareció ondeando su capa negra. Ocultando el rostro de la mismísima maldad detrás de ese casco y ese respirador.

Aquellos inquisidores y soldados que lo acompañaban guardaron silencio y agacharon la mirada frente a este hombre, mientras el sonido de las casas llameantes y el calor del fuego era el único sonido que se podía percibir.

Darth Vader se detuvo a pocos metros de la Jedi, concentrando su mirada únicamente en ella.

Su densa respiración hacía que la guerrera perdiera, con cada segundo, su concentración para enfrentarse a su adversario.

--Entonces... él no está aquí –murmuró Vader.

--¡Oh! ¡Claro que estuvo aquí! ¡Pero hace mucho que se fue! –le brindó Olivia Nelson información falsa para poder distraer a este imparable depredador.

Heartstopper/Star WarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora