Parte 32.- Coronel Dax

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--Y saliendo del hiperespacio en tres, dos...

Las estrellas tomaron forma nuevamente. El vórtice azul del hiperespacio desapareció para dar entrada a la silueta de un planeta entero, cuyas luces citadinas iluminaban por completo su atmósfera.

--Perdí la señal de mi rastreador. Pero si los cálculos no fallan, las naves de Nekrom deben estar a unas horas de aquí.

--4.8 horas señor Charlie –añadió Nova 8--. Para ser exactos.

El agua del lago aún escurría por el cabello de ambos muchachos. Y la piel de sus cuerpos aún permanecía húmeda bajo la ropa. Parecían no haber pasado más de unos cuantos minutos desde que estuvieron en el agua.

El droide volador no hacía más que escanear los cuerpos de los dos. Pero se mantenía silencioso. Sin decir una palabra.

--¿Crees que ya se dio cuenta? –susurró Charlie al oído de Nick.

--Trata de disimular –respondió--. Tal vez si no se entera no nos moleste con eso. Solo finge estar muy concentrado y no pienses en el lago.

El droide desplegó un holograma mostrando el sistema nervioso de ambos muchachos.

--Por cierto. Señor Charlie. Señor Nick. Sus neurotransmisores indican que se divirtieron mucho en el lago. Debieron nadar mucho. Al parecer hubo una bomba de endorfinas y dopamina. Ahora están relajados. Sí. Relajados.

Nick y Charlie se miraban mutuamente tratando de ocultar lo que había ocurrido. Apretando los dientes para que Nova no hiciera la pregunta más incómoda que para ese momento ambos podían escuchar.

--¿Ya se aparearon?

--¡Cierra la maldita boca! –le gritó Nick

La atmósfera comenzaba tomar el color del cielo azulado. Las algodonosas nubes dieron la bienvenida a uno de los edificios más importantes en la historia del planeta.

Tras presionar unos botones en la parte superior, Nick habló a través de uno de los comunicadores.

--Atención Torre de Control. Aquí la embajada de Naboo con designación 1305. Somos dos soldados enviados por la princesa Leia Organa. Solicitamos audiencia con el Gran Visir.

Las luces del comunicador parpadearon mostrando un brillo verde.

--Permiso concedido embajador. Pueden aterrizar en el hangar C-11 del edificio principal.

La estructura era similar a una media burbuja. Era gigantesca. Su arquitectura podía intimidar incluso al político más experimentado.

--Ese edificio es...

--Fue el Senado Galáctico –añadió Charlie--. Antes de que Palpatine lo disolviera. Ahora solo es la oficina del Gran Visir, Mas Amedda. Nada mal para un político tan acomodado.

La elegante plataforma de aterrizaje estaba recubierta de una alfombra roja, decorada con un piso blanco, y adornada con una enorme fuente bailarina.

Cinco hombres cubiertos de armadura y túnicas rojas los esperaban con lanza en mano. Y detrás de ellos, un grupo de stormtroopers armados con rifles de alto calibre.

--En cuanto tengamos audiencia con el Gran Visir no habrá tiempo de rodeos. Tendremos que ir directo al grano con lo de Darth Nekrom –ordenó Nick.

El cristal de la pequeña cabina de la nave se abrió dejando ver un droide de protocolo color marrón, el cual recibió a ambos muchachos con una charola de plata, en la que reposaban un par de copas de cristal llenas de una bebida verde burbujeante.

Heartstopper/Star WarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora