Heartstopper/Star Wars

Parte 25.- Lo que tengo que hacer

--Vamos muy lento. Necesitaré los motores sub-luz –declaró el mandaloriano abrochándose el cinturón.

--Señor... la ola gigante está... --Nova 8 mostraba en un holograma un temporizador con un alarmante número: 00:34, cuyos dígitos mostraban la cercanía de esta bestia acuática.

Era una masa de agua gigantesca, una calamidad que devoraba uno a uno a uno los edificios de Kamino en el azul de su inmensidad.

--Señor. Si está pensando en entrar al hiperespacio, este no es el momento para...

--Nova, prepara el sistema de enfriamiento. Requeriré casi estallar los motores para alcanzar velocidad sub-luz --Aled tomó la palanca, mientras el monitor mostraba una barra de avance con un porcentaje: 72%

--No quiero presionarlo, pero... --los números descendían; 00:18

Las turbinas cerraban por completo sus compuertas de ventilación. Mientras las llamas esmeraldas de los impulsores comenzaban a calentar el metal al rojo vivo.

--Alcanzando punto de máxima potencia... --declaró Aled: 93%

--¡Señor! ¡Debemos salir ya! –el tiempo se acababa; 00:09

Y cuando la ola estaba tan cerca, que las incontables gotas hacían parecer a las torrenciales lluvias del planeta nada más que una llovizna, cuando la voracidad de este tsunami estaba tan cerca de los motores que el fuego tornaba el agua en vapor...

--Casi está listo

Una sinfonía a la destrucción

--Motores preparados...

Solo unos segundos de ventaja.

--¡Ahora! ¡Todos sujétense de algo!

Kairyum abrazó fuertemente al inconsciente Jedi, mientras Nova desplegó pequeñas extremidades para aferrarse al asiento del copiloto.

El sonido del océano se volvió ensordecedor con la masa de agua casi rozando el casco de la nave.

Las nubes a las espaldas de la nave mandaloriana fueron eclipsadas por el azul marino del océano.

--¡Inicio salto!

Y tras tirar de la palanca, las turbinas parecieron casi estallar en una llamarada verde.

La velocidad fue tanta que la majestuosa ola gigante fue burlada hasta casi faltarle al respeto al peor desastre natural que la Ciudad Tipoca hubiese podido presenciar.

Y en un solo instante, el cielo tormentoso y tapizado de nubes grises fue reemplazado por la oscuridad del espacio.

--Y... estamos fuera de peligro—declaró Aled tirando de una palanca color blanco antes de que el aliento volviera junto con su alma a su pecho--. Iniciando ventilación de los motores sub-luz.

Aled se desabrochó el cinturón, dirigiéndose inmediatamente a una zona de la cabina del piloto, en la cual una camilla rodeada de material médico estaba disponible.

--¡Nova! ¡Necesitamos el estado de Nick!

--Signos vitales débiles. Su frecuencia cardiaca es casi totalmente imperceptible –respondió el droide realizando un escaneo corporal completo--. Recibió una contusión cerebral de gravedad media, pero el gran problema es la descarga eléctrica que Darth Nekrom le dio en el pecho. Su nódulo sinoauricular se ha aturdido, tiene una taquicardia a nivel ventricular. Requiere una desfibrilación.

De un botiquín de primeros auxilios, el mandaloriano extrajo una aguja llena de un líquido transparente, apenas diferenciable del resto de fármacos.

--Escúchame Charlie –se dirigió a su compañero--. No tengo un desfibrilador, así que todo depende de ti.