Suaves ronquidos llenan la habitación, mientras tus ojos se abren lentamente para observar a tu extremadamente adorable novio durmiendo a tu lado.
Su brazo derecho está ligeramente doblado sobre tu cuerpo, mientras su cabeza está aplastada contra la almohada, los rizos salvajes fluyen por todas partes.
No puedes evitar sonreír ante la vista que tienes delante. Acababa de regresar a casa de otra misión anoche, y la falta de ropa en ambos es evidencia de cuánto celebraron su regreso.
Y joder, lo extrañabas más que nada. Siempre lo haces, pero esta vez se fue por cuatro meses y no lo visitaste ni una sola vez. Por lo general, en misiones prolongadas, Tony ha encontrado alguna forma de que ustedes dos se vean, pero esta tenía que ser tan discreta que no tuviste la oportunidad.
Pero ahora está en casa. Y mientras sabes que tu novio necesita recuperar su sueño, sientes la repentina necesidad de frotar tu mano izquierda contra su brazo.
Suavemente, tomas tu dedo índice y comienzas a dibujar bucles contra su bíceps que es definitivamente más grande de lo que era antes de que se fuera. Observas las pecas que habías olvidado. Y, muy pronto, te inclinas para presionar un beso rápido en su hombro.
Desafortunadamente, tu suavidad no es lo suficientemente suave, ya que escuchas ese característico gruñido matutino de Pete.
Y no puedes evitar reírte de eso, especialmente cuando su brazo alrededor de ti se aprieta, acercándote lo más posible a él.
Gira la cabeza de un lado a otro, dejando que finalmente veas algunas de las características de su hermoso rostro. Cuando abre sus hermosos ojos marrones parpadeando, sonríes.
-Hola -susurras, las narices casi se tocan.
-Hola -dice de vuelta, la voz toda áspera y gloriosa.
-Te extrañé -dices, aunque lo dijiste innumerables veces la noche anterior.
Su sonrisa se hace más amplia, a medida que su cuerpo se acostumbra al brillo matutino que estás luciendo.
Él se pone de lado y tú haces lo mismo, de modo que ahora están uno frente al otro bajo las sábanas, completamente paralelos.
Cuando su bonita sonrisa mañanera comienza a convertirse en una mueca y su mano comienza a vagar peligrosamente bajo sobre tu forma desnuda, no te sientes tan mal por despertarlo antes de lo esperado.
Y, aunque lo estabas anticipando, no puedes evitar dejar escapar un breve aullido cuando su mano baja para apretar una de tus nalgas.
Te hace pucheros juguetonamente.-Aww, eres linda -dice, haciéndote mover su pecho-.Grosera -dice, antes de que su brazo se abra camino desde tu mejilla hasta tu muslo, y lo levanta sobre su torso.
Y luego lo sientes.
-¡Peter Parker! -gritas burlonamente.
-¿Qué? -pregunta, fingiendo ignorancia.
-Parece que no eres el único despierto esta mañana -comentas.
-¿Qué puedo decir, cariño? Somos un paquete -dice, haciendo que lo golpees de nuevo.
Sin embargo, en lugar de dejar que el movimiento se deslice, esta vez se abalanza sobre ti y te pone de espaldas.
Dejaste escapar tu segundo chillido de la mañana, pero, no obstante, levantaste la mano izquierda para tirar un poco de sus rizos salvajes, que ahora cuelgan sobre ti.
-Eres guapo -dices, inflando su ego.
-Y tú eres hermosa -agrega, antes de finalmente inclinarse para besarte en los labios.
