Se conocieron, se volvieron amigos, se enamoraron, lucharon por su amor.
Si pensaron que ya habían pasado lo peor, estaban muy equivocados. Eso... fue solo el inicio.
Con estos dos, la ficción será más normal que la realidad.
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Ya estaba ahí. "Hawkeye" ya se estaba armando. Kate Bishop estaba llegando. Y yo... ahora sí que no me lo creía.
Estaba en medio de la prueba de vestuario. Bueno, terminando la prueba de vestuario. La mayoría de los looks de Kate, eran bastante normales. Varios informales, y un par formales. Luego estaba el traje de Ronin, que, básicamente, era el mismo que usó Jeremy para "End Game", solo que ajustado a mi talla. ¡No podía creer que me habían hecho probarme ese traje!
Creí que no podía emocionarme más, por un traje. Hasta que llegaron los trajes más importantes de Kate. Uno era su uniforme de arquería. El que, tenía entendido, usaría en gran parte de la serie. Y, después, estaba el traje final. La diferencia estaba, más que nada, en la chaqueta.
En cuanto terminé de subir el cierre de esa chaqueta, no pude evitar mirarme al espejo.
Esto en verdad estaba pasando...
Luego me pusieron los correajes del carcaj, y lo demás. Ahí no pude contener mi emoción. Estaba sonriendo por debajo de la mascarilla, a más no poder.
En verdad me... sentía como... Kate.
— Adivino. Tienes un momento de superheroe, ¿verdad? —dijo quien se encargaba de mí vestuario. Yo no supe que decir, así que solo... reí algo avergonzada.— Tranquila. A todos les pasa, cuando se ven por primera vez con sus trajes.
Claramente no tenía un traje tan elaborado como Spiderman, Falcón, Wanda, Visión o todos los demás. Pero... era mío. Era mi traje. Era mi primer traje con Marvel.
— Se siente como si estuviera en un sueño. —susurré sin querer, haciéndola reír.
— Está listo. Tomarán algunas fotos, y podrás cambiarte. Aunque... dudo que quieras quitártelo.
No quería, claramente no quería.
Cuando volví al camerino, no pude evitar gritar levemente. Aún no comenzábamos a grabar, pero, cada día que pasaba, todo se volvía más real.
Te extraño mucho...
Luego, estaba él. Aunque quise decirle todo, en varias oportunidades, no lo hice. Incluso tuve que... obligarme a no hablar con él por varios días, cuando pasaban este tipo de cosas. Cosas que necesitaba contarle, pero sentía que no era el momento. Ya lo había hecho sufrir por mucho. Así que...
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