Se conocieron, se volvieron amigos, se enamoraron, lucharon por su amor.
Si pensaron que ya habían pasado lo peor, estaban muy equivocados. Eso... fue solo el inicio.
Con estos dos, la ficción será más normal que la realidad.
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No quería hacerlo, pero en serio necesitaba practicar. Y no podía escribirle a Pearce, porque estaba usando su teléfono para hacer el directo. Lo único que se me ocurrió, fue tratar de agacharme, y pasar lo más cerca del piso posible. Por suerte funcionó, pero mi querida Pera no colaboró.
— ¿Qué haces? —me preguntó riendo, cuando me levanté.
— Nada. —dije tratando de esconder el arco y las flechas, pero una se me escapó.
¿Por qué me tenían que pasar este tipo de cosas a mí?
Él rió, mientras volvía a mirar su teléfono, y se concentraba en su live. Esa era mi señal para volver a lo mío. Estaba revisando que las puntas de las flechas estuvieran bien colocadas, cuando lo escuché nombrarme.
— Así es, mi vengadora favorita está conmigo. —¿decirle que no era oficialmente una vengadora, contaba como spoiler?— Kira, por aquí te quieren ver. —no me estaba enfocando con su teléfono, ¿verdad? Pero era Pearce, claro que era capaz. Me giré lentamente, para verificar que no fuera eso...— No te estoy grabando. Ven. —dijo riendo.
Bueno... un segundo no haría daño. Dejé el arco y las flechas al lado de la puerta, antes de ir con Pearce, y sentarme a su lado.
— Hola. —saludé, en el directo.
— Así es, chicos. No ha pasado nada de este lado. Que no hayamos subido cosas juntos, no significa que terminamos. —ah, claro.
Como en esos últimos meses yo estuve más que ocupada, y ninguno subió nada, los fans comenzaron a rumorear que teníamos problemas. O sea, sí los teníamos, pero nada tan grave como para terminar nuestra relación.
— Solo es nuestra mala memoria, para las redes sociales. Perdón. —me disculpé por ambos.
Éramos nosotros. Siempre olvidábamos este tipo de cosas.
— Podemos contra todo, menos con nuestras agendas apretadas. —Pearce fingió estirarse, pero terminó abrazándome.— Esto no va a terminar, chicos. Tranquilos.
— A veces se vuelve insoportable, pero así lo quiero.
— Yo puedo decir lo mismo.
Ambos nos miramos, antes de reír.
— Solo bromeamos. —dije al ver algunos comentarios que se lo tomaron en serio.
— Todo está bien. Tranquilos. —dijo Pearce, soltándome.— Ok, preguntas... —murmuró cambiando el tema.— Eh... ¿Pearce sabía lo de "Hawkeye"?
— Pearce se enteró poco antes. —dije riendo.
— Les voy a contar una interesante historia. —ahí venía el drama de ese chico.— Yo sabía que me ocultaba algo, pero nada más. Insistí por mucho tiempo, y no me quiso decir. Hasta que, de la nada, comenzó a desaparecer por horas. Luego fueron días. Casi hasta una semana.
