Para ti - Pearce Joza y tú - (II)

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- ¿Estás segura de esto? Cuando te dije que quería ir, no me refería a... este preciso momento.

- Estoy segura. Tuvimos un reencuentro complicado y solo quiero estar contigo, antes de que seas tú quien me deje por ir a grabar. Creo que necesitamos esto.

- La diferencia es que yo grabo aquí, y no será por mucho tiempo. -dijo mientras cerraba el maletero del auto.- La última vez que hicimos un viaje en auto hasta allá, no salió muy bien...

- Oye, el que se emocionó y pidió que sea un viaje en auto, fuiste tú. Mi idea era avión.

- Perdón. -dijo irónicamente.- No creí que dirías que lo hiciéramos tan pronto. Lo primero que se me vino a la cabeza, fue el viaje en auto. Aunque... si lo hacemos así, podríamos pasar a ver a tu hermano y a Jason, luego una pequeña escala en Colorado, y después vamos con mi mamá.

- ¿Te da el tiempo?

- Si no tenemos problemas en el camino, sí.

- Ay, por favor. Somos nosotros. Vamos a tener problemas en el camino.

- ¿Quieres ir o no? Sabes que no tengo problema con conducir por más horas.

- Yo... podría intentar conducir. -rápidamente comenzó a reír.

- No, claro que no. Sabes que te... quiero, y que confío en ti. Pero no confío en tus habilidades de manejo. -por la forma en la que... se trabó cuando dijo el "te quiero", comenzaba a pensar que no iba a decir eso.

Al inicio no lo entendí, pero rápidamente recordé lo que había pasado.

- ¡Estoy yendo en contra de cada cosa en la que creo, porque te quiero!

- ¡Entonces deja de quererme!

- ¡No puedo! ¡No puedo, y tampoco quiero! ¡Es que ya no es solo que te quiere! ¡Es... es...!

- ¡¿Es qué?!

- ¡Te amo, ¿bien?! ¡Te amo! ¡Ya no solo te quiero, sino que te amo!

Ese momento me... golpeó, emocionalmente.

- Como tú quieras hacerlo, está bien.

- ¿Qué pasa? -me preguntó confundido, mientras ambos subíamos al auto.

- Nada. Solo... tú eres quien conduce. Así que lo haremos a tu manera.

- Y por eso sé que algo pasa. Vamos, Kira, dime.

- No pasa nada.

- No, sí pasa. Tú jamás me das la razón tan rápido.

- Pero la tienes, solo esta vez. ¿Ya podemos irnos?

- Creo que... olvidamos algo... -dijo mirándome aún con duda.

- ¿Avisarle a Matt que no se va a poder colar en nuestro departamento?

- Dejó las llaves, la última vez que vino.

- Iré a revisar, mientras tú te aseguras de que sabes qué camino tenemos que seguir.

- Eso ya suena a ti. -dijo rendido.

Yo reí levemente, antes de besar su mejilla y bajar del auto.

Me... sentía mal. Es que... ¡agh! ¡Si sentía lo mismo, ¿por qué rayos no pude decirle que también lo amaba?!
Solo por eso cedí tan... rápido con lo de "no conducir".

Si el "te amo" aún seguía atorado en mi garganta, cuando trataba de decírselo, pues trataría de decirlo con acciones. Aunque eso significara no decirle tonto, o cosas por el estilo. Podía dejar de hacerlo, siempre que él no me provocara. Nuestra relación era especial, y eso me gustaba.

Una vez llegué a nuestro departamento, revisé todo rápidamente. ¿Qué rayos podíamos estar olvidando? ¿Chaquetas, tal vez? Sabía que no era eso. Obviamente que tuvimos que empacar algunas, aunque ahora mismo no lo recordara. Solo para callar a mi conciencia, tomé las dos chaquetas que siempre dejábamos cerca de la puerta. Cuando estaba por irme, noté un papel en el piso.

¿Alguna factura era lo que olvidábamos?

El tiempo corre. Espero que estés haciendo lo que te pedí.

No era una factura, claramente. Solo pude reaccionar a romperlo en la mayor cantidad de pedazos posibles y salir con eso en mis manos. No podía desecharlos en el departamento, así que los dejé en la papelera de la recepción del edificio.

¿Incluso sabían donde vivía? Claro, no había otra forma de que me encontraran la primera vez. Ahora era más que obvio que... esto podía llegar a poner a Pearce en peligro.

- ¿Qué olvidabamos? -preguntó cuando llegué al auto.

- Creo que esto. -dije dejando la... amenaza atrás. No podía centrarme en eso ahora.

- Supongo que un par más no harán daño. ¿Pasó algo? Te ves... algo pensativa.

- No es nada, solo... me sorprende que eso sea lo que olvidábamos. Ya... ¿ya estás listo para irnos?

- Tengo el presentimiento de que solo aceptaste para no contradecirme. -no supe que decirle, así que solo me encogí de hombros, mientras me ponía el cinturón.- Kira, -tomó mi mano.- ¿estás segura de que no quieres decirme algo?

- ¿Que tenemos el tiempo justo para hacer este viaje, y que llegues a grabar, así que ya deberíamos irnos? -dije fingiendo inocencia.

- Kira... -dijo con seriedad.

- ¿Qué?

- Olvídalo. -susurró en un suspiro.

Cuando vi que tenía intenciones de encender el auto, me apoyé en su hombro.

- Solo quiero tener este viaje contigo. -susurré.

- Eso dices ahora. Vamos a ver cuanto tardamos en pelear.

- Créeme que no será por mi culpa. Quiero estar tranquila... y contigo. -giré levemente mi cabeza, para mirarlo.

Él sonrió, antes de inclinarse un poco para besarme.

- Vamos a ver si es verdad. -le sonreí, antes de sentarme bien.

Él simplemente comenzó el camino, mientras yo miraba por la ventana.

Ahora sí, la amenaza comenzó a aparecer en cada pensamiento. No podía... entrar en esa empresa, mis padres no habían hecho nada por... acercarse a mí, luego de ese último "trato" que les rechacé. Y... mi vida había estado bien, hasta antes de que alguien tratara de acabar conmigo.

¿Qué se suponía que tenía que hacer? Esto era... diferente a lo de mis padres. Y no conocía a nadie que pudiera ayudarme. Lo más cercano era... No, era una locura. No había forma de que funcionara.