TWO Lives

19. Dolor

NARRA IBSEN: 

Dos días después de haber cerrado la puerta y un día después de haber matado a todos los titanes de Trost, los cadetes y soldados nos encargamos de patrullar la ciudad. Nuestra principal misión era buscar todos los restos de compañeros devorados o muertos de alguna otra forma desperdigados por toda la ciudad. En parte para poder identificarlos y avisar a sus familias, y en parte para eliminar los cadáveres y evitar la aparición de enfermedades que solo empeoraran la situación. 

Las enfermedades son una mierda... La cicatriz de mi labio me lo recuerda constantemente. Aunque mientras transporto los restos incompletos de gente a la que ni conozco, solo puedo pensar en lo afortunado que he sido. Muchos de mis compañeros durante el entrenamiento ahora son solo brazos y piernas sueltas, cuerpos decapitados, desmembrados o a la mitad... Yo simplemente tengo una herida en el hombro que va mejorando poco a poco, varias magulladuras y rasguños y una cicatriz de una infección que pillé en la niñez por comer ratas y pájaros crudos por culpa del hambre. Sin duda, aunque mi vida haya sido una mierda, me siento feliz de al menos tener la oportunidad de poder quejarme de ella...

Una chica de cabello gris claro se encarga de apuntar los nombres de todos los cadáveres encontrados, patrullando por todas las zonas, preguntándonos a todos. Tiene la mirada perdida, y con la mascarilla de tela, dejando solo ver de sus ojos hacia arriba, da una sensación bastante incómoda al mirarla fijamente. Si no me equivoco, era una voluntaria de la misma organización a la que pertenecían los médicos que me trataron de pequeño cuando tuve la infección del labio. Debe de estar tan acostumbrada a moverse entre cadáveres de todo tipo y haber visto tantas cosas horribles y desagradables que por fuera parece que sea un simple cuerpo sin alma... 

Por suerte, la mayoría de la ciudad ya ha sido patrullada y la mayoría de restos humanos están siendo reunidos en zonas donde serán quemados. Aunque nadie parece estar feliz de que por fin parezca acabar todo esto. Annie no ha parado de decir que lo siente mientras ha estado recogiendo cuerpos. Parece muy afectada por lo que ha ocurrido, pero creo que no es bueno que se culpabilice por todo lo que ha pasado. Jean se pasó toda la noche anterior preguntando por Marco, y al menos yo, no he vuelto a saber nada sobre él desde que me marché corriendo de la muralla, por lo que comienzo a preocuparme por él... Si no me equivoco, tenía familia en Trost, ¿No? ¿Tal vez haya ido a ver que estén bien? 

Quien sabe... Han sido momentos muy ajetreados, por lo que es normal que algunos de nuestros compañeros parezcan perdidos cuando en realidad están trabajando en el otro lado de la ciudad, por lo que tampoco tiene sentido preocuparse si no vemos a alguien. Muchos compañeros que no estuvieron anoche en el campamento que habían montado para nosotros, los cadetes, aparecieron esta mañana después de haber dormido en otros lugares porque necesitaban estar solos un tiempo. Seguramente para cuando terminemos con los cadáveres, todos volvamos a reunirnos de nuevo. Faltarán muchos, pero al menos, la mayoría de las personas más importantes para mí, como son Sasha, Connie, Reiner, Marco, Armin, Eren y Mikasa, siguen vivos, y eso es lo único que permito que me importe ahora mismo. 

O eso pensaba hasta que me encontré frente a la enorme hoguera donde estaban quemando los huesos. Con casi todos mis amigos alrededor llorando o completamente devastados, y Jean arrodillado en el suelo frente al fuego. 

— ¿Eh? —digo sin terminar de entender.

— Jean encontró su cadáver esta tarde... —dice Ymir con la mirada baja intentando explicarme cómo es que, de repente, Marco ha aparecido con la mitad de su cuerpo devorada... 

— No puede ser... ¿Seguro que era Marco? —pregunto desesperado, todavía negándome a aceptarlo. 

— Yo no lo he visto, pero Jean era el que más tiempo pasaba con él de todos nosotros. Es imposible que lo haya confundido con otro... —responde la chica de cabello castaño girándose para mirar a un Jean totalmente destrozado emocionalmente— Tú eras un buen amigo de Marco también. Supongo que la noticia también te ha sentado como un jarro de agua fría. Lo siento...