35. Sed de venganza

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— E-Espera un momento, ¿C-Como que Reiner y Bertolt son...? —Connie entra en shock al recibir la noticia por parte de uno de los soldados— Pero si... 

Ciertamente, la situación es una mierda. Todos los que se encontraban allí abajo han quedado heridos, algunos con la suficiente gravedad como para tener que ser transportados hacia un médico urgentemente. Para colmo, Connie está demasiado ocupado procesando lo de Reiner y Bertolt, Sasha ha tenido que marcharse hacia Trost para avisar a Pixis y Erwin sobre lo ocurrido, Mikasa está inconsciente y Armin parece estar demasiado preocupado por sus dos mejores amigos como para pensar en otra cosa. Supongo que ahora mismo, tendré que hacer frente a mis propios sentimientos yo solo... 

Sin embargo, no soy capaz de pensar en otra cosa que no sea el día que perdí a mi familia. Por primera vez en años, puedo ponerle cara a algunos de los culpables de aquello... La desolación en los rostros de mis padres y mi hermano. El dolor de tener que dejarme aquí para ir a ser comidos vivos. ¿Y todo eso para qué? 

— ¡Ibsen! —Alzo la cabeza para ver a Mikasa acercarse agitada hacia mí. 

— Mikasa... Veo que ya has despertado, me alegro... 

— ¡Eso no importa ahora mismo! —exclama ella agarrándome fuertemente de los hombros y mirándome con una extraña mirada de determinación.— ¡Sé que dijiste que si Reiner resultaba ser un enemigo de la humanidad abandonarías el cuerpo de exploración! ¡Pero por favor! ¡Espera un poco! 

— ¿C-Cómo? —exclamo algo confundido. 

— ¡Por favor! ¡Ayúdanos a recuperar a Eren! —exclama la de cabello azabache cambiando de semblante radicalmente a uno más desesperado mientras pequeñas lágrimas comienzan a amontonarse en la comisura de sus ojos— ¡Por favor! ¡Necesitamos a los soldados más diestros que haya para poder salvar a Eren! ¡Intenta luchar solo un poco más! ¡Por favor! 

— ¡M-Mikasa! —Armin se acerca a nosotros dos regañando a la chica. 

— ¡Sé que estoy siendo muy egoísta! —le responde la de la bufanda roja— ¡Sé lo duro que debe de ser para ti el siquiera poder levantarte sabiendo lo que significa seguir luchando! ¡Pero por favor! ¡Intenta aguantar hasta que rescatemos a Eren! —Mikasa se encuentra a punto de derrumbarse mientras agarra con más fuerza la tela de mi camiseta y baja la mirada, dejando que su cabello negro caiga formando una cortina que cubre su rostro. 

— Está bien... —respondo yo.

— ¡¿En serio?! ¡Gracias Ibsen! ¡Gracias! —Mikasa me abraza fuertemente mientras parece estar a punto de romperse a llorar. Mientras tanto, Armin me mira dubitativo. 

— ¿Estás seguro de esto? —me pregunta el rubio preocupado. 

— Ya perdí a demasiada gente cercana a mí por culpa de Reiner —respondo intentando levantarme mientras Mikasa me suelta—. Además, quiero una explicación por su parte. Necesito saber la razón detrás de todo lo que hizo. 

Mikasa tiene razón, no puedo rendirme ahora. Puede que ya no tenga ninguna razón por la que seguir luchando por salir de las murallas, pero... Después de todo lo que ha pasado, de todas las desgracias que he vivido... Reiner... Destruiste mi vida. Provocaste la muerte de mi familia de la forma más horrible posible y me engañaste para confiar en ti todo este tiempo para ahora traicionarme de esa forma... Ahora vas a decirme por qué lo hiciste. Y me da igual lo buenas o no que sean tus razones... Voy a matarte. 

Al poco tiempo llegan los refuerzos. Un escuadrón mixto formado por las tropas del cuerpo de exploración y varios soldados de la policía militar aparece cabalgando por encima de la muralla hasta llegar a nuestra posición. Todos lo observamos, algunos con esperanza y alegría, otros, con impaciencia.

TWO LivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora