36. Adiós, Ibsen

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— ¡Te hablo a ti Bertolt! —exclama Eren haciendo que me detenga. ¿De qué estarán hablando?— Os lo conté todo... Conté cómo se comieron a mi madre viva... Me escuchaste, ¿Cierto? Un trozo de la puerta que pateaste cayó sobre mi casa y mi madre no pudo huir... ¿Te acuerdas? Dime... ¡¿En qué pensabas cuando te lo dije?! 

— Aquel día... Sentí pena por ti —le responde el más alto, haciendo que una extraña sensación de furia se extienda por todo mi cuerpo. 

— Entiendo... No sois ni soldados ni guerreros... Solo sois unos malditos asesinos que mataron a cientos de personas inocentes. 

— ¡¿Crees que no lo sé?! ¡No necesito que lo digas! —Reiner explota comenzando a gritar a Eren, pero el de cabello castaño no se amedrenta. 

— ¡Entonces no finjas tener emociones como nosotros! ¡Vosotros no sois humanos! ¡Por vuestra culpa el mundo es un infierno! ¡¿Acaso no lo entienden?! —responde Eren. 

— ¡¿Y qué esperas de unos asesinos como nosotros?! ¡¿Que nos arrepintamos?! ¡¿Que nos disculpemos?! ¡¿Eso es lo que quieres?! ¡No somos quienes pensabais que éramos! Así que si gritar te hace sentir mejor, ¡Grita todo lo que te dé la gana! —exclama el rubio.

— Cierto... Todavía soy muy ingenuo. Por eso haré todo lo que pueda para que sufran y mueran de la peor forma posible. 

— Por favor Eren. Si sigues comportándote como un maldito crío, no podré contar contigo —exclama Ymir—. Oye Reiner, ¿Qué sabéis de ese mono? 

¿Mono? ¿Qué mono? Maldición... debería haber saltado ya a cortarles la nuca, pero toda la información que podrían llegar a revelar es demasiado valiosa. Si Ymir y Eren consiguen sacarles más cosas sobre lo que está ocurriendo, podríamos darle la vuelta a la situación. Pero son ellos los que deben hacerlo, porque yo... no podría aguantar tanto tiempo sin matarlos... Incluso ahora me cuesta no abalanzarme. 

— ¿Qué mono? —pregunta Reiner. 

— ¿No lo conocéis? —dice Ymir entonando una pequeña risa— Que extraño, lo mirabais ensimismados como dos niños. 

— ¿Qué mono? —pregunta Eren.

— Escucha —Ymir comienza a relatar lo que sabe al respecto, resulta extraño que sepa tanto de los enemigos de la humanidad. Más que nada porque aunque haya resultado tener el poder de convertirse en titán, no parece ser aliada de Reiner y Bertolt, ¿Qué significa todo esto?— Ese mono es el titán bestia. Él causó todo este caos generando titanes dentro de las murallas. Allí es donde quieren ir ellos dos... Si llegan hasta él, podrán volver a casa, ¿Cierto? 

Otro humano con capacidad de transformarse en titán, ¿Y capaz de generar titanes? ¿Qué clase de poder es ese? ¿Y por qué Ymir sabe todo eso? ¿Él es el que ha provocado todo esto? ¿No hay ningún agujero en la muralla, ni han salido de dentro de esta, sino que los han generado aquí dentro? ¿Cómo? ¿Los titanes se pueden generar así de la nada? ¿Qué se supone que son entonces? 

— ¿Qué es lo que sabes de todo esto? ¡Habla! —ordena Eren. 

— No tan rápido, yo también tengo mis propias circunstancias —le responde la chica—. Si crees que matándolos se solucionará todo, te equivocas. 

— ¿Quién es el enemigo entonces? —pregunta desesperado Eren. 

— ¿El enemigo? Si te lo dijera...

— ¡Ymir! —Reiner corta a la chica impidiendo que siga hablando— ¿Acaso crees que este mundo tiene futuro? Ya que sabes tanto piensa bien lo que vas a hacer. Podrías unirte a nosotros. 

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