CAP 20

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—¿Una fiesta pre-cumpleaños? —pregunté entre horrorizada y confundida.

—Si, la iniciamos una semana antes de tu cumpleaños —comentó una Sandra muy entusiasmada. Le dediqué una mirada de ayuda a Nail quien solo paso de mi a forma de juego.

—Dejame adivinar, ¿Eso involucra alcohol, drogas y socializar con personas? —Sandra comenzaba a sonreír tras esas tres palabras— Te aprecio mucho, pero no. Sabes que eso es lo que menos me gusta.

—Nay —protesto.

—¿Entonces qué haremos? —cuestionó Nail incorporándose.

Estábamos los tres metidos en mi pequeña habitación discutiendo las razones por las que una fiesta de pre-cumpleaños no era una buena idea.

—Nada.

—Naya —Sandra chillo a modo de reprimenda.

—Odio a la gente y las drogas —dije con una mueca.

Hablar de mi cumpleaños nunca había resultado así, tal vez se debía la culpa a los temas que aún no se habían arreglado en casa.

—Entonces quitemos a la gente, drogas y alcohol —sugirió Nail. Estaba tumbado en la cama aún lado de Sandra mientras yo los veía desde mi silla.

La rutina habitual desde que ambos habían comenzado a pasar más tiempo en mi casa.

—Ella no ha dicho que odia el alcohol —habló Sandra a la defensiva.

—Tengo muchos trabajos finales como para pensar en emborracharme.

—Quitamos el alcohol —dijo más para Nail que para mí.

Nail se había incorporado en mi cama viéndome con una ceja ligeramente alzada.

Sandra se levantó caminando en la habitación. Nail golpeó ligeramente la cama para que fuera a con él y así lo hice.

Me tumbé ahí al lado de él. Mi rostro estaba en el techo pero el suyo giró a mirarme de perfil.

—Hola —me saludó sonriendo.

Saqué el dedo corazón para él y suspiré.

—Bien —miré a Sandra quien era la qiuelucía la más entusiasmada con el tema— ¿Qué haremos?

—Sorpresa —dijo Nail antes de que Sandra se aventurará a hablar.

—¿Sorpresa? —dije alzando una ceja y volteando a verlo.

Ahora Nail no me veía a mi si no a Sandra.

—Sorpresa —le secundo Sandra con una sonrisa en los labios.

—No me apetecen las sorpresas —dije— Vamos, diganme.

—No —dijo Nail poniéndose de pie.

—¿Cómo que no? —me incorporé en mi cama— Es mi cumpleaños; merezco saber.

—Es tu cumpleaños; mereces ser sorprendida —me contradijo Nail quien tomaba a Sandra de la mano para guiarla a la puerta.

—¿A dónde van? —dije levantándome de la cama.

—A tu sala, tenemos cosas que planear —dijo un Nail muy entusiasta.

—Es mi casa —hablé siguiendolos a la puerta— Puedo estar en la sala si me apetece.

—Pues ahora mismo no te apetece —dijo Nail antes de salir de mi cuarto al lado de Sandra.

Yo iba tras él pero me tomó de los hombros y me guió de vuelta a mi cuarto.

La última y nos vamos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora