CAP 22

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—Me alegra tenerte otra vez aquí —habló la mujer frente a mí a quién le regale una sonrisa.

—Esto de verdad me está ayudando —admití.

La mujer me dedicó una gran sonrisa.

—¿Hay algo en especial de lo que quieras hablar hoy? —preguntó con su pregunta habitual pero esta vez la pregunta se sentía tan cómoda que esboce una sonrisa cuando un nombre apareció en mi mente.

—De un chico. ¿Está permitido?

—¿Quién es ese chico? —preguntó con un tono poco habitual en ella. Uno que me hizo sonreír y agachar la mirada ante ello.

[...]

—¿Esa es la forma en que ustedes se divierten? —exclamó una muy indignada Sandra.

—¿Tienes una idea mejor? —le cuestiono Nail con mala cara.

—Bueno, si —dijo Sandra quien ya empezaba a sonreír.

—¿Qué no implique alcohol y drogas? —rodeé los ojos cuando ella puso mala cara y se dejó caer en un banco.

La chica llevaba ya unas semanas estando lo más sobria que jamás la había visto. Y eso era un gran logro para ella.

—Hemos llegado a la gran amada taquilla, chicos —dijo fingiendo ilusión— Wuuu, que emoción.

—Sandra —le reñi.

—Bueno. Descartamos a Sandra del concierto —habló Nail girándose a verme— ¿Me acompañaras?

Puse mala cara.

—No tengo opción —dije y Nail contuvo una sonrisa— ¿De quién es el concierto?

—De "The Beatles" —dijo ironizando, rodeé los ojos y él sonrió— De el mejor grupo de la historia.

—"The night" no es el mejor grupo de la historia —dijo Sandra haciendo una mueca— Que poco gusto musical tienen.

—Gemidos y ruidos estridentes no cuentan como música —le dijo Nail a Sandra.

—Claro que no —dijo ella con cierto aburrimiento— Eso cuenta como arte.

—Ignorala —dijo Nail tomándome de la mano para alejarme de ella— Vamos por los boletos.

—La taquilla está vacía —dije— Vaya que tienen mucho público.

Nail me puso mala cara y yo me giré a ver el cartel que anunciaba a dicha banda. Era una de cinco integrantes, una chica y cuatro chicos. Por lo que el cartel mostraba tocaban rock. Los cinco eran de muy buen ver.

—Todos compran los boletos en línea —dijo Nail mirándome de reojo para luego dirigirse a la chica que lo atendía— Buenos días.

—Buenos días —respondió la chica de la taquilla.

—¿Y por qué no los compraste en línea? Es mucho más fácil —cuestioné girándome a él.

—Por la experiencia —dijo un Nail muy contento.

—Por la experiencia —musité por lo bajo.

—Vengo a comprar dos boletos para "The night" —habló a la chica delante de él.

—Claro —contestó dicha chica— Puede ver aquí las dilas y los lugares disponibles.

Coloque mi vista aún lado de la de Nail para ver los asientos, la mayoría estaban ya ocupados.

Miré el cartel que indicaba la hora de venta, que había iniciado hacía apenas unos quince minutos.

Vaya que sí tenían publico.

La última y nos vamos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora