Capitulo 9

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 Jake

 Ann trata de detenerme pero le es imposible, simplemente se da la vuelta y no la vuelvo a ver. Mis pasos me llevan en menos de un minuto al cuarto del maldito de Drew — ¡Abre!— golpeo, pero no recibo respuesta, mi cuerpo se pone tenso y pateo la puerta buscando una respuesta pero nada. Suspiro después de intentos fallidos, caigo encuentra que son las 12 de la madrugada, pero eso no impide que mí no ira se vaya. Meto la mano al bolsillo de mi pantalón y siento una volita, lo saco y me encuentro con el número de Alejandro.

¿Deberia de llamarlo? 

No hay nadie que me resiva a estas horas y mucho menos con mi humor así que podría aprovechar ya que no me conoce. Marco y al tercer tono contesta

—¿Aló?—dice con voz cansada, me arrepentí pero me arrepentiría más si lo dejaba hablando solo.

—Oh, lo siento ¿Te desperté?—digo y se escucha una risa

—No, estaba estudiando, ¿Jake cierto?

—El mismo

—Inesperada tu llamada, debo decir

—Sí, bueno es que estoy algo estresado y... —no sigo hablando porque no sé qué decir. "Estoy fuera del cuarto del chico que hizo rodar colina abajo a mi cita y no me abre"

—Necesitas a alguien que te escuche y como es tan tarde nadie te soportara—dice y me asombro de su nivel de deducción—Pasa a mi casa—cuelga y de inmediato me llega un mensaje de la dirección de su casa.

En menos de nada llego a una casa blanca, para ser alguien que vive solo tiene una casa muy grande. Timbro y cuando se abre la puerta se muestra el cabello rubio de Alejandro. Sus ojos están cansados, un pantalón de pijama es lo único que lo cubre. 

Oh mierda

—Pasa—Se hace a un lado y sigo después de un breve saludo, me indica que me siente en el sofá y que le explique todo. Cuando termino de contarle todo lo que paso el suspira y yo lo miro extraño. 

—¿Pasa algo? 

—¿Por qué lo quieres proteger?, digo sabes que no lo puedes tener porque no te corresponderá, pero aun así lo tratas como si fuera tu hermano

—No lo sé, siento que le debo algo

—¿Debes algo?

—Cuando lo vi por primera vez sentí que tenía que protegerlo—hago una pausa y entrelazo mis manos— Es como si supiera algo, algo que me impulse a ayudarlo, a estar con él—digo y niego con la cabeza— Es imposible que algo hayamos tenido antes, lo acabo de conocer

—¿Tienes hermanos? -me pregunta y lo miro incrédulo

—Tenia—suspiro—Murió—cierro los ojos tratando de no recordar eso y los abro de nuevo para ver esos perfectos ojos y su cara angelical. 

Si mañana no se puede sentar no va a ser culpa mia

—Debe ser por eso, querido—abro más los ojos—Puede reflejar a tu hermano, de ahí sale tu impulso a protegerlo

—¿Me llamaste querido?—digo ignorando su deducción y el ríe. Me uno a él y su cabeza se posa en mi hombro haciéndome estremecer, pero me relajo esperando sus palabras

—No lo amas, ni te gusta...solo lo quieres como un hermano—dice y gira su cabeza dejando apoya su barbilla en mi hombro, bajo la mirada y sonrio— Un instinto fraternal—murmura

—Puede ser—digo en igual tono, su cuerpo se mueve haciéndonos juntar, bajo mi mirada a sus labios y el hace lo mismo pero con los míos. Sus labios rosas y carnosos me hacen desear besarle, pero él no debe querer...

—Hazlo, bésame—dice y su cabeza se separa de mi hombro, sonrió y pongo mis manos en su cintura para acercarlo y poder unir nuestros labios. Todo el deseo de querer matar a Drew desaparece con aquel roce de labios que se convierte en un beso apasionado. Lamo su labio pidiendo permiso y el abre la boca para dejarme buscar su lengua. Sus manos pasan detrás de mi cabeza y halan mi cabello haciéndome soltar gemidos que se pierden en su boca. Nos separamos por falta de aire y sin perder tiempo uno nuestras frentes, nuestras respiraciones son agitadas y una sonrisa se dibuja en su rostro

—¿Sabes?—dice en susurro—En este momento estoy soltero

Continuara...

¡Sexo! ¡Sexo! ¡Sexo! 

Ok no

V.D 

Mi inocencia es tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora