Mi inocencia es tuya

30. ¿Un nuevo comienzo?

Drew

No sentía nada, sentía que tan solo mi mente era la única clave de mi existencia. Divagaba en un lugar en donde no sabia donde estaban, no sabia que hacia ahí tan solo veía imágenes de Andrés. Desde donde todo comenzaba, nuestro encuentro, nuestros juegos, nuestras amenazas, nuestras peleas e incluso nuestros besos. Pero lo veía como si fuera un adiós, lo veía tan distante que no lo sentía como si fuera mío lo que veía. Mi pecho dolía a pesar que solo era parte de una mentira cósmica. Al final vi su cuerpo frágil enfrente de lo que se suponía que era yo, sus labios rotos y sus ojos llorosos. Quise abrazarlo pero me lo impidió y se desvaneció.

Odio cuando pasa eso, odio que todo lo que haga es pensar en él. Desde hace una semana no se de él y nadie quiere decirme que paso, no recuerdo nada, no se lo que paso el día que mi hermano estaba herido. Nadie quiere decirme nada y ahora me encuentro en el hospital, en la sala de cuidados intensivos por la bala que tenía en mi abdomen. Miraba por la ventana el cielo azul de la mañana hasta que la puerta se abre. Desde el día que Andrés se fue no he dicho una palabra pues nadie merece escuchar algo de mi parte si no me dicen donde esta.

-¿Cómo te sientes?- la voz de mi hermano es cálida a comparación de como era la ultima vez. Me encojo de hombros y me doy vuelta dándole la espalda, escucho como suspira- Te tarje algo, al igual que los otros días-Estos últimos cuatro días flores y cartas han llegado a mi habitación, no las he leído, no las he tocado pues se que no son de la persona que espero.

-¡Alejandro!- el grito de Jake hace que me de la vuelta. En la entrada un chico rubio me mira con tristeza, no lo había visto desde hace mucho. Y ahora que lo miro con atención me recuerda a alguien

-¿Andrés?- cuestiono, mi voz suena ronca y pesada, Matt se sorprende al igual que el niño rubio

-Eso quisiera yo- dice con tristeza y se acerca a mi- Tengo que decirte algo- bajo la cabeza con decepción y cierro los ojos. No llores, no puedes hacerlo.

-Drew tienes que volver a estudiar, estamos a finales del primer ciclo y vas como la mierda. Tan solo has el esfuerzo ¿Si?- asiento con pesadez y destapo mi cuerpo. Ellos sonríen y salen del lugar. Me levanto como si nada hubiera pasado, pero lo que en realidad me duele es no sentir su olor, su cuerpo y sus labios

¿Dónde esta?

Comienzo a vestirme cerca de la ventana, no le presto atención a nada mas sino a la familia del edifico de enseguida. Una mujer junto a su esposo, un niño en brazos y una vida feliz. Se ve tan fácil ser feliz.

Se feliz y vive porque tú si te lo mereces

Mi cuerpo choca contra el piso al escuchar una voz distorsionada en mi cabeza al vez que imágenes aparecen en mi cabeza confundiendo mi mente. Esos ojitos, esos ojos color verde llenos de lagrimas. Grito con desesperación y de inmediato siento como alguien me abraza por la espalda tratando de calmarme.

-¡Drew cálmate!

-¡No! ¡No! ¿¡Donde esta!? ¡dímelo!- Matt me sacude pero no logro calmarme- ¡Dímelo mierda!

-¡No lo hare!

-¡Dímelo pedazo de mierda! ¿¡Donde esta el amor de mi vida!?

-¡NO ESTA! ¡Esta muerto! ¡Se suicido!

-No...

-Si, el se fue Drew, se fue-siento como sus brazos me rodean en el piso del la habitación a la vez que lagrimas salen de mis ojos.

-¿Por qué? ¿Porque se fue? ¿Por qué me dejo? Yo lo amo y no lo dejare de hacer-lloro y Matt me aprieta contra su cuerpo.

-¿No crees que era muy pequeño para sufrir de esa forma? ¿No crees que merecía paz y amor?