45. Intentos fallidos

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Tercera persona

Drew sentía que su corazón se iba a salir, su garganta ya seca no dejaba de gritar el nombre de su amor. No quería seguir perdiéndolo, aun sabiendo que todo eso no fue su culpa no quería separarse de él. Corrió hasta que se detuvo cansado. Las cosas del destino pensó cuando vio como la puerta de un salón se cerraba, camino hacia allá y de inmediato pudo escuchar una voz conocida. La del patán que quería probar a su novio.

-No quiero tu dinero- dijo el pequeño chico de ojos violetas

-Se que quieres eso y más, así que dámelo- El chico sonrió y el niño retrocedió asustado. En ese momento maldecía haber cogido la mano del chico después de haber visto lo que vio.

-Esta bien, pero con una condición-El chico sonrió con superioridad y le doy un beso sonoro en la frente- Dame droga- Por fuera del lugar Drew estaba que se mordía los codos, pues no solo le dolía que su novio le cediera su cuerpo sino que él se estuviera drogando. Se dio vuelta y golpeo la pared con rabia, sabia que era su culpa pero no podía hacer nada. Sigo escuchando con rabia y luego suspiro

-Te daré lo que quieras- el chico sonrió y cuando trato de acercarse Andrés lo detuvo con una manotada. Él chico lo miro extrañado pero entendió al instante a que se refería, el niño comenzó a hacer señas con sus manos y luego asintió. De la nada gimió a lo que el chico sonrió con superioridad. Drew cerro los ojos y trato de no gritar o entrar, no sabia porque seguía escuchado los gemidos de su novio, era un masoquista.

-Más- la voz de Andrés resonó entre gemido, Drew cerro los ojos y se dejo caer al piso rogando que todo fuera mentira.

-Lo que digas- Un grito se escucho y luego una risita- Dale, eres bueno

-Siempre lo soy-dice orgulloso el chiquillo al otro lado de la puerta. La puerta comenzó a moverse y Drew dedujo que lo acorralo, cerro los y tapo sus oídos con las manos lleno de desespero, no quería escuchar pero tampoco quería irse. El tiempo paso, cinco minutos después los gemidos dejaron de escucharle, la puerta se detuvo al igual que él corazón de Drew. Con todas sus fuerzas resistía el impulso de llorar, no podía, no tenia que hacerlo. Se levanto temblando peor luego se separo ante el quejido

-¿Qué haces?- era la voz de su novio- Oye, no me ignores

-Cállate- se oyó un golpe seco- No quiero hacer esto

-Oh por Dios, no hicimos casi nada- Se quejo el chico al otro lado. Drew se mordió el labio y cerro los ojos- Eres una nena, no te va a matar

-¡Claro que si!, tu perfectamente sabes como es

-Esta bien, esta bien- suspiro- Te prometo algo, te pago por todo esto pero quiero lo que me prometiste, y no, no me refiero a la droga

-No follare de nuevo

-¡Te corriste en menos de tres minutos!- grita Andrés molesto. Drew se aleja y camina en círculos ante las palabras de su novio, esta desesperado, quiere que eso termine. Se deja caer de nuevo en el piso y trata de calmarse.

-Eres un idiota- Dice el chico molesto sentado en una de las sillas del salón, Andrés rueda los ojos y se acerca a él- Pero debo decir que eres bueno

-Llevo años en eso-sonríe y le da un beso en la frente- Te lo compensare, lo prometo.- susurra

-Pensé que serias otra clase de personas- sonríe-¡ Alan eres grandiosos! Te cogería por horas y horas pero eso no es lo que quieres-dice y le guiña un ojo, Andrés ríe y se sienta en el piso. El chico comienza a mirarlo de arriba abajo y se queda callado esperando a que algo suceda

Mi inocencia es tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora