60. Will

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Andrés

Estaba perdido en mi mundo, viendo la gente pasar y el viento sonar. Sabia que cada cosa que mirara tenia una historia y no podía evitar buscar el desenlace a sus acciones, como esa señora que hablaba con un bebe en la carriola, después de eso se iría a casa para prepara la comida para su esposo o simplemente podría alimentar a su niño mientras la nana hacia los que aceres. O como ese sujeto que miraba su celular como si su vida dependiera de ello, cuando callera la noche podría ir a casa y dormir o tan solo se quedaría ahí porque esta esperando a alguien. O como ese sujeto que venia caminando, un enfermero lo acompañaba, sonreí y él a mi, se veía demacrado y no podía negarlo, Will era un chico guapo, solo hasta estos últimos días cuando la quimio dejo de funcionarle ya que su cáncer era devastador. Conocía a todas y cada una de las personas de puertas para dentro de este hospital, lugar en donde me la pasaba después de las terapias, hablando con le gente o simplemente dando vueltas. él sujeto sin piernas ahora esta en el quinto piso, haciendo terapias con sus piernas bióticas, se ve feliz al igual que su esposa e hijos.

Me levante y casi corrí para alcanzar a Will quien me recibió con una sonrisa, comenzamos a hablar hasta que terminamos en su cuarto viendo como los minutos pasaban, Will era un persona divertida y que siempre tenia ideas locas, como la otra vez que quería robar a la mujer que paso gritando a un enfermera, o como cuando dijo que quería ponerse una bata de medico y fingir ser alguien importante pero lo que hoy me dijo si que fue más que una locura

-¿Podrías besarme?

-¿Qué?-lo mire atónito, no podía creerlo, Will no era gay y sabia que no le atraía. Suspira pesadamente y baja la mirada. -¿Qué pasa?

-Se supone que no podía decírtelo-alza la mirada con sus ojos verdes llenos de lagrimas- Te iras a casa

-¿Cómo?, ¿Will de que hablas?

-Te podrás ir, los sujetos que entraron a ver a Raúl tienen la ultima de que harán contigo-Sentía que no podía respirar, una mezcla de emociones me ínvida, después de dos meses, después de que venia cada día, todos los días, a la misma hora, para salir tres horas después y vagar hasta que me encontraba en casa; ahora podía irme. Mire a Will, en cierto modo era como yo, cabello rubio, ojos verdes, sonrisa corta y delgado. Lo único que nos diferenciaba era su muerte.

Niego:- No Will, yo todavía no estoy bien-Tomo su mano- No me iré

-Tú si esta bien Manu- A él era el único que le permitía que me llamara por mi primer nombre - me lo dijeron hace dos días y también- baja la mirada haciendo un corte a su historia- Yo también me iré

-¿A casa?-Sonreí , la risa cínica de mi amigo hizo que me mordiera el labio borrando mi sonrisa- Dime que es eso Will, dime que te iras a tu casa, que saldrás conmigo por esa puerta y que iremos a tomar café a esa cafetería donde conociste a tu amor de infancia, dime que así será Will- Sus ojos se posaron en mi, lagrimas salían de sus ojos besando sus huesudas mejillas

-Yo nunca tuve un amigo Manu. Cuando te vi por primera vez no pensé que llegaríamos a esto, a ser mejores amigos-sonríe- Te debo mucho, te debo la vida- Desvía la mirada hacia su bolsa de líquidos- El destino lo quiere así

-¡No will!-Gira la mirada y me sonríe con nostalgia, las lagrimas ya salieron de mis ojos y no podían parar- No me dejes --Will se convirtió en un gran amigo en tan poco tiempo

-¿Sabes que pondré en mi lapida?-mira a la nada

-No podrás nada porque tú no te iras-Me levanto- ¿No se supone que te iba a operar?

-El cáncer avanzo mucho Manu, ya no tengo estomago solo un trozo de carne podrido

-¡No! Podemos...Podemos sacar gran parte ¡si! Gran parte del cáncer y luego vuelves a quimio pero no me dejes- Me arrodillo al frente de el- No me dejes , hare cualquier cosa pero no me dejes

Mi inocencia es tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora