65. ❝¿Momento indicado?❞🌙

80.7K 2.4K 1.7K
                                    

Y bien, aquí estoy en este mismísimo momento: frente al gran edificio llamado Internado Howard-Sivan, casi de la misma manera en la que me hallaba hace siete meses atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y bien, aquí estoy en este mismísimo momento: frente al gran edificio llamado Internado Howard-Sivan, casi de la misma manera en la que me hallaba hace siete meses atrás. Si digo «casi» es porque ahora no sostengo la maleta, sino que en su lugar se encuentra la mano de David Janner. Como nuestras casas están sólo a medio kilómetro de distancia optamos por venir juntos, y la razón por la que nuestros dedos están entrelazados es porque ya no somos simples amigos. 
La verdad es que la relación es algo extraña, ya que no somos mejores amigos, aunque tampoco novios. Nos tratamos como si fuésemos estos últimos, pero nos describimos como si fuéramos los primeros. Es un hueco entre medio de ambos vínculos que es bonito, pero que a la vez duele. 

Es bonito porque actuamos como si fuésemos pareja, y como cada uno siente algo por el otro; la sensación obviamente no es fea. Pero sí es feo en el sentido que duele, porque no somos lo que yo quisiera y él no es capaz de pedírmelo de una vez. Y lo cierto es que no sé por qué no lo hace... es decir; yo le quiero, David me quiere, nos queremos, ¿por qué no somos novios y ya? Cuando por fin logro decir lo que siento suceden estas cosas, y no me agrada para nada. 

—Vamos, Natt —dice él mirándome y sonriendo a la vez, mientras que yo observo con terror cómo todos se empujan y golpean para ingresar al lugar. No ha cambiado nada—. Entremos. 

—Soy muy joven para morir —le contesto—, hazlo tú. 

—Ni que fuera para tanto —comenta, y suelta una pequeña carcajada—. Además, yo no permitiré que te hagan nada. 

Pongo los ojos en blanco, aunque segundos más tarde me encuentro sonriendo por lo que ha dicho después. 

—Prefiero esperar a que se tranquilicen un poco, David. Creí que la única emocionada por regresar sería yo, pero al parecer me confundí... 

—Sí, tal vez... —responde, coincidiendo conmigo—. Ahora ellos poseen parte de tu rareza. 

Alzo una ceja. 

—¿Lo tomo como un insulto? 

—Claro que no, Natalie. Vamos, ingresemos de una vez. 

Luego de interminables segundos y empujones logramos adentrarnos al establecimiento; en una sola pieza. Bueno... he pensado en lo mismo mi primer día aquí, el 15 de septiembre del año pasado. Sin embargo, debía repetirlo por más que sepa que habría sido muy extraño si hubiese perdido mi yeso entre la multitud. 

Y, ya que lo menciono, te diré que no lo soporto; no soporto tener un brazo menos, por decirlo de alguna manera. Es desesperante y además no puedo hacer todo lo que quiero. David es el que me repite todos los días que debo tener paciencia, pero ésta no se encuentra debajo de las rocas. Y, además, yo no soy una persona muy paciente que digamos. No obstante, no solamente con el asunto de mi brazo soy impaciente; sino también con la extraña e inentendible relación entre Janner y yo. 

What is love? © [WIL #1] Disponible en Amazon (Tapa blanda y Kindle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora