What is love? © [WIL #1] Disponible en Amazon (Tapa blanda y Kindle)

20. ❝Es cupido corrector❞🌙

Estar escuchando música y que alguien te moleste no es nada bonito, pero mucho peor es si aquella persona tiene un ojo morado, el labio partido, cabello con aspecto de haberse levantado recién y que haya sido víctima de los puños de David hace veinticuatro horas atrás.

Le pregunté qué es lo que quería, y empezó a tratarme como si fuese su amiga de toda la vida. Sabía que había algo detrás, por lo que le dije que lo soltara así sin preámbulo alguno. Raramente me obedeció, contestándome que lo que quería era hablar conmigo. Yo puse los ojos en blanco porque ya estábamos hablando y al parecer el imbécil no se había dado cuenta de ello. Le dije que yo no quería hablarle, pero cuando contestó que era respecto a Victoria cambié de parecer. Al no tratarse de mí ha hecho que aceptara, realmente. Por más de que ya lo viera venir al ser sobre ella, confesó que quería volver. Que la extraña, la ama y demás gilipolleces que no se cree ni Mahoma. Le contesté que en sus sueños Vic regresará con él, y parecía un tanto desanimado (aun así, sé y sabía que estaba fingiendo). De todos modos, no demoró en demostrarse firme y soltó que sabe que, si le dice todo aquello a Victoria Steele, no querrá ser su novia de nuevo. Acepté que tenía razón. No hace falta tener ni dos dedos de frente para darte cuenta que está en lo cierto. Siguió hablando, yo esperando el momento de que se callase, hasta que, haciéndome enfurecer más de lo que alguna vez hubiese imaginado, lo oigo decir sin tapujos ni nada similar:

—¿Podemos fingir ser novios? Ya sabes, para ponerla celosa… Sé que está enojada conmigo porque le he roto el corazón, pero también sé que aún me quiere…

En lugar de contestar, me levanto de la silla de un salto y cuando intento inclinarme hacia él para darle una bofetada, me toma del antebrazo. Y entonces es cuando empiezo a gritar.

—¡Eres un imbécil! ¡¿Cómo te atreves?! —Aparta su mano de mí, y con la mirada me obliga a bajar el tono. No obstante, no lo hago—. No sólo dice que le rompiste el corazón, ¡es la verdad! ¡La pura y maldita verdad! ¡¿Piensas qué no tiene razones para estar molesta?!

»Victoria te quiere, pero desea odiarte. ¡Dándole celos no harás que cambie de parecer! Además, si soy su amiga, ¡¿no crees que pidiéndomelo a mí te convierte en más estúpido de lo que ya eres?!

Su mirada inquieta corre de aquí para allá, asegurándose de que nadie me ha escuchado. De todos modos, yo sé que todos los de la cafetería han centrado su atención en nuestra conversación. ¿Acaso no saben meterse en sus asuntos?

—Vamos, Natalie, no seas tan amargada. Ayúdame.

Me contengo para no abalanzarme sobre él y rasguñarle la maldita cara.

—¡Te he dicho que no, joder! ¿Qué parte no has entendido?

—Por favor. Serán sólo unos días… Quiero regresar con ella.

«¿Y también quiere terminar con el otro ojo morado o sólo me parece?»

—Si quieres estar con Victoria otra vez, deberás tener en cuenta que debes dejar de comportarte como un capullo y que tienes que demostrarle lo que sientes de verdad.