What is love? © [WIL #1] Disponible en Amazon (Tapa blanda y Kindle)

5. ❝Sin pensar❞🌙

Hace exactamente cinco minutos me he despertado gracias a mi alarma, y realmente el sueño no ha desaparecido. Por ello me encantaría seguir durmiendo, sin embargo, hay un pequeño detalle… Bueno, en realidad no; son dos.

Primero: cuando abro los ojos, siempre me sucede que después no puedo volver a conciliar el sueño. Segundo: debo ir a clases.

No sé cuál sea peor, pero en este momento detesto ambas.

La verdad es que a mí, dentro de todo, me gusta y me entretiene estar en clases (sé que en este lugar vivo quejándome sobre las materias, pero sinceramente eso no es normal en mí) no obstante, como hoy no tengo ánimos ni para levantarme de la cama, tampoco quiero ir a las cinco asignaturas que me corresponden en el día.

Suspiro, con mis palmas cubriéndome los ojos, ya que Ashley encendió la luz del cuarto hace unos segundos atrás para poder encontrar sus cosas de manera más fácil. Aunque… pareciera que no tan fácil porque está quejándose al no encontrar lo que sea que haya estado buscando desde antes de que yo saliera del sueño. Suspiro una vez más, incorporándome.

Durante los siguientes segundos el pijama abandona mi cuerpo, para que el uniforme ocupara su lugar. En el momento de estar calzándome los zapatos, es cuando el recuerdo de que me han suspendido aparece en mi cabeza aliviando un poco el mal humor que traigo por el momento. Continúo, preparándome un poco más tranquila y de manera lenta; hasta que reacciono que tengo que desayunar antes de que sea muy tarde para ello y tener que esperar a la hora del almuerzo.

Al estar lista (sí o sí hay que llevar el uniforme puesto) lo único que resta es tomar mi teléfono junto con los auriculares para entretenerme de esa manera, así que cuando ya tengo todo a mi disposición salgo del cuarto cerrándolo detrás de mí. Camino lo más rápido posible hacia el elevador, y minutos después me encuentro deambulando por una cafetería casi vacía con la bandeja entre las manos y mis pertenencias sobre ella a un lado de la pequeña taza de porcelana. Buscar una mesa que esté limpia no es una tarea fácil luego de que la mayoría de los alumnos hayan pasado por aquí sin tomarse la molestia de deshacerse de las migajas y trozos de comida, o de no derramar sus infusiones.

Sin éxito en encontrar algún sitio limpio, decido que voy a quedarme en una donde el café está cerca del centro. Intentando que la bandeja no se caiga, solamente la agarro con mi mano derecha, dejándola sobre mi antebrazo; mientras que con la desocupada tomo varias servilletas y las lanzo hasta dejarlas sobre el líquido viendo cómo lo absorbe, quedándome sin más papel.

—Deja, yo te ayudo —oigo decir a una voz masculina detrás mío, que reconozco al instante.

Volteo para encontrarme con él, y casi que sonrío.