What is love? © [WIL #1] Disponible en Amazon (Tapa blanda y Kindle)

25. ❝Los perdedores❞🌙

Chloe Bewster es una aguafiestas.

Cuando moví mi banco un poco más adelante para comenzar a molestar a Chris, me dijo que no lo hiciera. No le obedecí a la primera, claro está. Había tomado sus útiles y encontré un pincel. Quería hacerle cosquillas en el cuello, pero ella se encargó de quitármelo de las manos y regañarme casi de inmediato. Dijo que soy muy inmadura. Sí, ella lo dijo.

Pocos minutos después, sonó la campana, y ella se inclinó hacia Christopher para intentar despertarlo, aunque no lo logró. Ahora estamos en una lucha para lograr que deje sus sueños de lado y se levante.

—A ver… déjame a mí, tú no sirves para estas cosas —le digo, y la aparto tomándola del brazo. Dejo ambas manos sobre los hombros de Picasso joven y empiezo a zarandearlo—. Al fin abres los ojos, Christian.

—¿Qué mierda…?

—Son las 5 p.m. —suelto, en broma.

—¡Natalie! ¿Qué parte no has entendido? —Chloe me da un manotazo en la frente haciendo que retroceda un poco.

—Auch…

—¿De verdad son las cinco?

—No —responde ella—. No le hagas caso a Natt, es una mentirosa.

Él asiente con la cabeza y frota sus ojos. Se despide de nosotras, y arrastrando los pies va hacia la salida. Mientras que Christopher hace su camino, vamos a la cafetería para almorzar y encontrarnos allí con Victoria y David.

—Hola —saludo yo sentándome en mi lugar. Podría decirse que cada uno de los cuatro ya tiene un lugar permanente. A mi derecha tengo a Victoria, a la izquierda a Chloe, y al frente a David. Además, siempre nos instalamos en la misma mesa, que es como unas de las del centro del comedor. David está de espaldas a la puerta.

Sin decir nada más, nos disponemos a iniciar y acabar nuestro almuerzo. Yo, sinceramente, tengo mucha hambre. Tal vez eso de ser Natalia Picasso haya aumentado mi apetito.

Recuerdo mi perro color verde, y empiezo a reír. Ellos me observan confundidos. Me preguntan qué me pasa, pero en lugar de contestar agarro mi bolso para buscar el condenado dibujo. Al encontrarlo, se los enseño.

—¿Eso es un caballo? —cuestiona Victoria, enarcando una ceja.

—No, un perro —le responde mi fan mientras entrecierra los ojos ante la hoja llega de garabatos.

—Ay chicos… —dice Chloe, y luego le apunta la cabeza—. ¿No ven qué es toro sin cuernos?

A mí me tocó explicarles lo que es, y estuvieron cinco minutos por reloj para encontrarle forma. Se rieron y yo también, y no me molestó. Siempre supe que mis dibujos no son algo de lo que debería sentirme orgullosa.

☀ ☀ ☀

Al hacerse las 4:50 p.m., contra mi propia voluntad, voy hacia Dirección. Si te preguntas por qué, la razón es que dentro de quince minutos comenzarán las pruebas deportivas. Creerán que no tiene nada que ver y que tampoco tiene sentido que lo haga, pero yo considero que estoy obligada a verle la cara a Ellie Howard, ya que todos los deportes constan de un “uniforme” que debemos ir a recoger a Dirección. Al llegar y llamar a la puerta aguardo hasta que consigo oír un «Adelante». Ingreso forzando una sonrisa, y pido lo necesario. Al tener la ropa doblada en mis manos, tengo que contenerme para no salir corriendo de allí. Me despido con otra sonrisa falsa, y al cerrar la puerta detrás de mí camino directo al ascensor. Obviamente, iré a cambiarme a mi cuarto. Y sí, sé que estuvo de más mencionarlo.