Acuerdo

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Repentinamente Stella decidió tomar unas vacaciones. Todos los medios estaban hablando del tema, como si fuese algún tipo de curiosidad adorable que un grupo de mujeres de diferentes noblezas decían hacer. Un pequeño viaje entre amigas para reconectarse. La prensa estaba devorando la noticia como si fuese la más curiosa novedad. Cualquier medio que se enriqueciera con farándula, estuvo pendiente del tipo ropa que cada una de ellas compró y qué tipo de accesorios estaban adquiriendo. Stolas miró en la noticia como el grupo de cinco damas de diferentes realezas fingían no notar las cámaras mientras se embarcaban, entre risas fingidas, a sus vacaciones demoniacas.

Él estaba solo.

Octavia había invitado a algunos de sus amigos, descendientes de las personas con las que Stella se había ido de viaje y estaban viendo una maratón de películas de terror con comida chatarra. Stolas no perdía la ironía de cómo Octavia estaba festejando con sus amigos en el segundo en que Stella los había dejado solos. Tal vez él podría ir a su invernadero y beber una copa de vino.

Los golpes en su puerta los sorprendieron. No era Octavia. Ella se encontraba al otro lado del palacio, teniendo la mayor libertad para hacer el ruido que deseara. Stolas avanzó hasta la puerta de su habitación y encontró a su equipo de seguridad con Blitzo entre ellos.

— ¿A quién tengo que coger otra vez para tener autorización de entrar aquí? —Blitzo preguntó, rodando los ojos.

Stolas ladeó su cabeza, extrañado. No era un sueño. Blitzo en verdad estaba ahí.

— Lo encontramos mientras estaba intentando escalar el muro que lleva a su balcón, su alteza.

— Yo me encargo. —Stolas prometió y su equipo soltó a Blitzo antes de dejarlos solos— ¿Sabes? Puedes usar el timbre y la puerta principal.

— No es tan divertido. —Blitzo entró a su dormitorio como si él perteneciera ahí— Vi que tu esposa se iba de viaje y pensé que sería divertido alimentar sus temores.

— ¿Mis disculpas...? —Stolas preguntó confundido.

Blitzo rio con malicia y se encogió de hombros, sentándose en el sillón. Stolas notó lo fácil que era para el imp ponerse cómodo, buscando el control remoto y comenzando a cambiar canales.

— Noté que tu hija hizo una fiesta. No la culpo. —Blitzo fingió tener todo su interés en el televisor— Loona se fue con unos amigos a vandalizar algunas cosas.

Stolas acortó la distancia entre ellos, pero se detuvo cuando sus rodillas tocaron el sillón. Una vez más, él se sentía nervioso. En verdad quería hablar con Blitzo, pero no quería que se distanciara de él como la última vez.

— ¿Vas a quedarte ahí como poste de luz? ¡Siéntate!

— ¡Oh! —Stolas dio un ligero brinco y se dejó caer en el extremo del sillón, jugando con sus dedos.

Era ridículo el echo de que no pudiese socializar con Blitzo. Pero entre más pensaba en sus habilidades sociales, Stolas más se encontraba con la sorpresa de que todo lo que conocía eran protocolos y temas de conversación rutinarias para mantener una charla social nada elevada. Tampoco ayudaba que últimamente Stella estuviese arruinando su reputación social con las fiestas que organizaba y la forma en que hablaba de él. Antes de Blitzo, los otros demonios de su rango lo habían estado mirando como si Stolas fuese de un rango inferior a ellos. En realidad, múltiples rangos por debajo.

Pero las cosas habían mejorado con la declaración de Blitzo al caer sobre la mesa de Stella. Si bien esa mañana solo habían estado invitados muy cercanos a Stella, eso no significaba que fuesen leales a ella. Así que cuando Blitzo hizo un escandalosa declaración, los maliciosos rumores de que en seguramente Stella era la que no podía complacerlo comenzaron a regarse. Rumores maliciosos que buscaban herir a Stella. Pero ese era el círculo cercano de Stella. Venenoso y destructivo. Cuando ella encontraba una debilidad en otros, los aniquilaba desde adentro solo porque era divertido. Por eso a Stella no le gustaba mostrar sus fallas. Y por primera vez, otros demonios tenían cómo atacarla y ella estaba furiosa.

Caer Rápido ¦o¦ Caer FuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora