Cercanía

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«¿Puedes venir a verme? No es nada grave... Solo quiero ir a casa.»

Blitzo se detuvo por completo y releyó el mensaje de Octavia. Un frío escalofrío recorrió su cuerpo.

«¿Puedes abrir un portal en mi departamento?» Él rápidamente escribió.

— ¿Loona? —Blitzo apagó el sartén con lo que estaba preparando para la cena— Algo ocurrió con Octavia ¿Está bien si—?

Su hija apareció frente a él, en su dedo estaba enganchada la correa de su mochila de emergencia. Blitzo sonrió al ver lo dispuesta que Loona estaba para acompañarlo y lo lista que lucía para posiblemente arriesgar su vida.

— Solo vamos por Octavia. —Él explicó y en ese segundo un portal se abrió en su sala, tan silencioso que si no fuese por el nuevo ruido agregado a su departamento Blitzo no se hubiese percatado.

Cada día te pareces más a tu padre ¿También quieres que todos hablen a tus espaldas?

Oh, la perra.

Loona no perdió tiempo y se puso la mochila encima, saltando por el portal. Blitzo confirmó que su revolver estaba en su lugar y siguió a su hija. Por lo que parecía, estaban en una habitación, pero si se suponía que fuese el de Octavia, no tenía nada característico de ella. Blitzo encontró incómodo el nivel de elegancia en color rosa claro y blanco ¿Dónde estaban las estrellas y cosas macabras? ¿El rosado chillón y los posters bizarros? ¿Los animales disecados y los libros con protagonistas de dudosa moral?

Sus ojos buscaron a Octavia, pero la mano de Loona cubrió su boca y lo apretó contra la pared. El dormitorio tenía forma de L y ellos estaban en el punto ciego de la habitación para Stella, quien estaba en el marco de la puerta, vistiendo un traje blanco y rosado bastante más regio y maternal que el otro que Blitzo le había visto usar cuando bailó con Stolas. Desde su escondite, Blitzo notó que Octavia estaba parada en medio de la habitación, firme en su postura, con su mentón levantado.

— No quiero ir. —La adolescente se cruzó de brazos— No me importa si es un evento realizado por una familia importante, tengo tarea que hacer y... Odio ir a esas cosas.

Stella mantuvo la mirada dura en su hija y luego dejó caer sus hombros con dramatismo.

— No me hagas esto, Octavia... Tú sabes lo doloroso que es para mí asistir sola. La gente no para de hablar de los errores de tu padre. Te necesito. —Stella dio otro paso más cerca de su hija— Entiendo que estés estresada, han sido unos meses difíciles, pero no te desquites conmigo por eso. No es mi culpa.

— Mamá... —Octavia dio un paso hacia atrás— Para, no estoy de humor para esto.

— ¿Humor? —Stella preguntó indignada, pero calmó su voz— Te entiendo. Desde que tu padre se distanció de nosotras por centrarse en ese imp, quise evitar que este momento llegase. Peor ahora nos tenemos una a la otra ¿Recuerdas? Yo jamás te abandonaría.

El cuerpo de Blitzo se disparó hacia adelante y tuvo que luchar con Loona para soltarse, pero ella clavó sus garras en él, inmovilizándolo con una mirada amenazante.

— Mamá...

— Todo lo que he hecho es para garantizar tu futuro ¿Y así me lo pagas?

— ¡Basta, mamá! —Octavia dio un paso hacia adelante— ¡Basta! Ya no funciona ¿Okey? Ya no.

— ¡Octavia! ¿De qué estás hablando?

— Tú fuiste la que me hizo creer que papá nos iba a abandonar. —La voz de Octavia se entrecortó— Tú fuiste la que me dijo que papá me dejaría atrás y no podría encontrarlo ¡Lo hiciste sabiendo que ese siempre ha sido mi más grande miedo!

Caer Rápido ¦o¦ Caer FuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora