Café

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Era un día flojo en la oficina, su próxima misión sería en unos días y más allá de preparar algunas cosas, no necesitaban hacer mucho más. El pago había sido entregado y con la necesidad de que fuese en una fecha determinada porque alguien creía en la ironía de que su enemigo muriese el día de su cumpleaños, Blitzo y su equipo estaban en el limbo de la espera.

Como los piratas en las historias, los momentos más tediosos eran la espera entre un ataque y otro.

Aunque Moxxie parecía feliz de esperar. Eso siempre le daba tiempo para los trabajos más administrativos y aburridos pero que él manejaba mejor. Blitzo miró el techo de su oficina. Siempre le había gustado estar ahí, aún si no tenían trabajo. La razón por la cual disfrutaba tanto los lunes era porque podía ver a M&M. El sentimiento se volvió más intenso después de que Loona hiciera amigos y saliera los fines de semana. Lo cual hacía feliz a Blitzo, por supuesto, pero lo dejaba solo en el pequeño departamento. En el pasado, los fines de semana eran cuando él inventaba excusas para aparecerse en el palacio de Stolas, intentando hacerlo parecer todo muy casual.

Pero ahora se sentía diferente.

Mientras más tiempo pasaba en la oficina, sin hacer nada importante, más ganas tenía de salir ahí y, tal vez, ver películas con Stolas. Él seguramente aceptaría ¿no? O tal vez ir a otro lugar abandonado en el mundo humano, hasta acampar no sonaba tan terrible.

Oh, rayos...

En verdad estaba hasta el fondo ¿no?

Una voz le dijo que ahora que Blitzo estaba mostrando señales de interés, Stolas perdería las suyas. Que parte de su interacción dependía en que él era inalcanzable para Stolas y difícil de conquistar. Sexo fácil y emociones difíciles. Todo en equilibrio ¿no? Así que debía guardar bien esas emociones si es que quería que todo eso durase o—

Unos golpes en su puerta lo hicieron reaccionar.

— ¿Señor...? —Moxxie se asomó y debió notar algo en su cara porque entró en la oficina— Estaba pensando que podría ir y traer café para todos ¿Qué dice? Traje algunas galletas que hice en la mañana así que serían el mejor acompañante.

Oh, galletas caseras. Blitzo contuvo una sonrisa. En su celular tenía carpeta sincronizada en la nube con todas las cosas que Moxxie preparaba. Una parte de él encontraba aterradoramente increíble que cuando Moxxie hacía cosas, como galletas, se tomaba el tiempo de hacer algunas específicamente para Loona y para él. A veces, en esos fines de semana solitarios, Blitzo se encontraba mirando fijamente la fotografía de un chocolate pintado a mano que tenía su forma. Porque Moxxie había dedicado tiempo a eso por alguien como Blitzo.

— Espera un momento Mox. —Él levantó su dedo y abrió el chat que tenía con Stolas.

Solo por curiosidad y porque era interesante ver qué pasaba cuando hacía cosas esas, Blitzo escribió una sola palabra. Sin contexto ni nada por el estilo. Porque a veces eso abría un tema de conversación y en otras ocasiones hacía que Stolas lo sorprendiera.

«Café»

Tal vez eso haría que Stolas creyese que lo estaba invitando, en cuyo caso podrían ir juntos, con todo el equipo, por bebidas calientes y luego buscar una azotea para disfrutar las galletas que Moxxie había hecho.

— Oh, también hice unas para su alteza ¿Lo está invitando a venir?

Blitzo se encogió de hombros y movió su celular para que Moxxie no viese la pantalla.

La respuesta fue sorpresiva.

«Oh, es una perfecta hora para café ¿Qué tal si preparo unos aquí y los llevó para todos allá?»

Caer Rápido ¦o¦ Caer FuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora