La sensación de sus suaves caricias aún seguía por su piel, el recuerdo de sus besos lentos y delicados le hacían latir su corazón con furia. Myoui Mina podría apostar que la noche anterior había sido de las mejores no solo en sus últimos años, sino de toda su existencia.
Son Chaeyoung le estaba haciendo perder la cabeza, era como si aquella pequeña joven fuese una droga nunca antes experimentada, lo suficientemente potente para poder llevar todos tus sentidos a lo más alto, y Mina había sido el primer ser humano en probarla, Chaeyoung se había convertido en su droga favorita desde que habían cruzado miradas por primera vez, y la noche anterior, había tenido el placer de deleitarse con esta.
Mina creía que ni siquiera con su exnovia había sentido algo parecido, algo así de fuerte. Había vivido una linda y trágica historia de amor con Yumi, y a pesar de que ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que había estado con ella, aún deseaba poder verla y pedirle que la perdonase por el daño que ella y sus padres habían hecho en su vida, realmente lo quería, aunque sea por una última vez, a pesar de que ninguna de las dos sintiesen lo mismo.
Chaeyoung había podido llenar el vacío que su ex novia le había dejado, le había dado el abrazo que tanto deseaba, un abrazo que le había sanado hasta la más profunda y sangrante herida de su alma, y la había besado con tanta pasión, amor y delicadeza, que la había hecho sentir un sentimiento hermoso.
Amor.
Mina estaba comenzando a enamorarse de Son Chaeyoung, y no había duda alguna de esto.
La japonesa no lo negaba en absoluto, después de escribir mil historias de amor en diferentes universos e imaginarse junto al amor de su vida en escenarios dramáticos y ficticios, sabía lo que sentía por la pequeña chica de ojos felinos, y estaba segura de sus sentimientos.
El simple hecho de que su corazón se acelerase cada que sus miradas se cruzaran, que desde un principio quisiese tener una conversación con ella, el abrirse al contar sus tormentos el día que salieron por primera vez, sonrojarse cada que la menor la encontrase viéndola con cariño, el aceptar de inmediato su primer salida a pesar de llevar pocos días de conocerse, pensar en ella todos los días y todas las noches hasta dormir, emocionarse cada que ella se acercaba a tomar su pedido, creer que es "bastante linda", agradecer a la vida por ponerla en su existencia, apreciar sus gestos tiernos, y sobre todo, embobarse con su mirada felina y encantadora, solo eran unas de las mil razones que Mina tenía para confirmar que estaba totalmente enamorada del ser más hermoso que había conocido.
Son Chaeyoung.
─Chaeyoung... ─soltó Mina en un suspiro.
─No, mi nombre es Jung señorita Mina ─la japonesa palideció al ser sacada de sus pensamientos con la grave voz de su jefe, el cual se encontraba frente a ella con una enorme sonrisa traviesa en su rostro─ ¿Así qué Chaeyoung? cuénteme ¿es acaso Chaeyoung la joven con vestimenta de vagabundo que paso por usted el día de ayer? ─ Mina se sonrojó de inmediato a causa de las palabras del psicólogo.
─No... ella... su nombre... tan solo... ─la japonesa apenas y podía articular alguna palabra a causa del nerviosismo─. ¡Ella no se viste como vagabundo!
─Solo bromeaba en base a su vestimenta ─el doctor puso sus ojos en blanco─ bastante casual para mi gusto... Como sea, necesito que cancele mis citas del día jueves y del día de la conferencia, y las mueva a los espacios disponibles por favor.
─En seguida Doctor Jung, ¿necesita que el jueves me presente a trabajar?
─No, vaya y salga en una cita con Chaeyoung ─nuevamente el rostro de la japonesa se enrojeció por el descaro en las palabras del hombre─. No aceptaré un "No" como respuesta para que descanse ese día, si llegase a necesitar algo, yo mismo me encargaré de llamarla. Ahora si me permite, me espera mi esposa con mi almuerzo.
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𝐹𝑜𝓇 𝓎𝑜𝓊𝓇 𝑒𝓎𝑒𝓈 𝑜𝓃𝓁𝓎 [𝔐𝔦𝔠𝔥𝔞𝔢𝔫𝔤]
RomanceCuando cruzaban miradas, sentían como si todos sus sentidos hubiesen tomado vida nuevamente. -Advertencia, contenido sensible en algunos capítulos, lee bajo tu propio riesgo-