¿Amor a primera vista?

176 22 20
                                    

Tras el sonar de la campana, nuestra primera semana de clases como estudiantes del décimo grado oficialmente había llegado a su fin, y como era de costumbre, Tyler, Ryan, Jake y yo nos habíamos reunido en la escalera a la salida de la escuela para hablar sobre nuestros planes para el día y una que otra tontería más.

—Ya que ninguno de nosotros tiene nada más que hacer aquí, ¿podemos irnos de una vez? —pregunté después de estar un rato bajo el inclemente sol—. ¡Hace demasiado calor!

—Viejo, estamos como a un millón de grados aquí afuera y tú traes una chaqueta puesta. ¿Esperabas estar fresco como una lechuga, o qué? —respondió Ty, apoyado sobre la barandilla.

—Es que yo... Tienes razón —convine, pretendiendo pensar en quitármela (aunque, aquí entre nos, no tenía ninguna intención de hacerlo).

—Entonces, ¿alguno tiene algo en mente para esta noche? —indagó Ryan, levantando las cejas.

—Seguro que Austin no —comentó Tyler de forma graciosa. Ofendido, me crucé de brazos y aparté la mirada—. Ya, en serio. Sophie, la chica linda de mi clase de español, va a dar una fiesta de vuelta a la escuela en su casa. Podemos ir si quieren.

—Lo siento, pero ya tengo planes. —Jake se llevó la mano a la cabeza, apenado.

—Cuando dices la palabra «planes», ¿te refieres a quedarte en tu habitación jugando videojuegos, o a salir a dar un paseo romántico con alguien? —interrogó Ryan.

—Segunda opción... o algo así. Tengo una cita con... Oh, con ella. —Señaló hacia el arco de ladrillo en la entrada de la escuela, escalera arriba.

Intrigados, todos nos giramos para ver de quién se trataba, porque, créanlo o no, ni siquiera yo estaba enterado de que mi hermano tenía una cita.

Allí iba ella, bajando la escalera mientras el viento jugaba con su rizado cabello y el sol hacía brillar su tez morena. Dudo que fuese su intención hacerlo, pero su gran belleza y su llamativo atuendo dorado se iban robando las miradas de todos los presentes conforme descendía; no por nada apodaban a Dasha como «La Diosa de Coverton».

Al verla, Tyler y Ryan quedaron boquiabiertos. Rápidamente, ambos comenzaron a arreglar su cabello, su ropa, e incluso su postura. Sí, ese era el efecto que ella tenía en casi toda la escuela.

Dasha saludó a los chicos, y luego se acercó para darnos un abrazo a Jake y a mí.

—No te olvides de nuestra cita esta noche —le advirtió a mi hermano, quien asintió varias veces—. Y tú tampoco lo olvides; también estás invitado —dijo, dirigiéndose a mí.

Su comentario logró desconcertarme tanto que fruncí el ceño de inmediato. Dasha y yo habíamos hecho algunos proyectos juntos y hablábamos de vez en cuando, pero ¿que me invitara a su cita con mi hermano?

—¿Que yo qué?

—Como escuchaste, Austin. Estás invitado... Aunque, pensándolo bien... —Se llevó la mano al mentón—. Olvídalo, no estás invitado. Estás obligado a ir.

—Ehmmmmm... —dejé salir mientras pensaba en una excusa—. Me siento halagado, pero no puedo ir. Ya tengo planes. —Reí con nerviosismo.

—Oh, ¿en serio?

—No, claro que no —respondió Tyler por mí—. Míralo: sonrisa falsa, tensión de los músculos, postura rígida. Está mintiendo porque está nervioso. —Ambos se quedaron observándome fijamente, y aunque traté de disimular, no pude hacerlo—. Él estará encantado de ir con ustedes, porque si no lo hace... todos vamos a golpearlo. —Se tronó los nudillos, al tiempo que me lanzaba una mirada amenazante.

Half Blood: Destiny - AfterlifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora