Salí de la habitación de Maddie después de haberla dejado acostada y bien arropada en su cama. Me supuso un enorme esfuerzo contener las lágrimas mientras la metía entre las cobijas y acomodaba su cabeza en la almohada, pero todo fue en vano, ya que terminé rompiendo en llanto al darle un último beso en la frente. Cerré la ventana con cuidado al salir y me quedé de pie en el techo, mirando al oscuro y despejado cielo hasta que mis ojos dejaron de arder. Sabía que no podría irme si me atrevía a voltear para verla, así que, con gran dolor, cerré los ojos y me alejé de su ventana. Fui por el tejado de la forma más sigilosa que pude, y al llegar a la parte delantera de la casa, me lancé hacia el mullido césped para no hacer demasiado ruido al caer.
Camuflados entre la sombra que propinaban los árboles del jardín, mis compañeros esperaban por mí a bordo de una mini van de color negro brillante; el vehículo perfecto para alguien que iba a ejercer de niñera sobrenatural.
Desganado, metí las manos en los bolsillos de mis vaqueros y me acerqué caminando a donde habían aparcado. Cuando aún me faltaban algunos pasos para llegar, Teagan abrió la puerta trasera para mí.
Jake asomó la cabeza desde los asientos del fondo. Sus labios no pudieron evitar apretarse en una fina y lastimera línea al ver la expresión de melancolía en mi cara.
—¿Te encuentras bien?
—La verdad... creo que no —respondí.
—Si te hace sentir mejor, dejé el asiento del copiloto libre para ti.
—O puedes sentarte conmigo, si quieres —ofreció Tea, dándole un par de golpecitos al asiento mientras me dirigía una reconfortante sonrisa.
Pensativo, me quedé mirándolos a ambos por un segundo. Las palabras que salieron de mi boca a continuación me sorprendieron más a mí que a los demás, sobre todo porque yo mismo no esperaba que fuese a decir aquello:
—Gracias, Jake, pero creo que me vendría bien una amiga ahora mismo...
Jake asintió con la cabeza y volvió a acomodarse en su asiento. Emocionada, Tea se arrimó para que yo pudiera pasar y sentarme a su lado.
Lo primero que hice al entrar fue cerrar la puerta y girarme para buscar a Kate con la mirada. Ella se encontraba acostada a lo largo del asiento de atrás, reposando su cabeza en las piernas de Jake. Su piel tenía mejor aspecto que la última vez que la vi en la mansión, aunque aún tenía los ojos cerrados.
—¿Va a estar bien? —pregunté.
—No te preocupes por ella. Estará bien —contestó Alain, igual de frío e inexpresivo que antes.
—¿Y tú, Austin? —Tea giró mi cara hacia ella con su mano—. ¿Vas a estar bien? —Sus grandes ojos veían a los míos de forma sincera y preocupada.
Empecé a sentir cómo las lágrimas se avecinaban nuevamente.
—No lo sé...
—¿Qué tan malo fue? —averiguó Jake.
—Yo... —Por más que quise, fui incapaz de contener el llanto—. Bo-borré todos sus recue-recuerdos sobre mí. —Cerré los ojos con fuerza y meneé la cabeza—. Fue un e-error. No-no debí hacerlo.
Tea recostó su cabeza en mi hombro y colocó su mano sobre la mía.
—Yo creo que hiciste lo correcto.
—En-entonces, ¿por qué se siente tan mal? —Traté de limpiarme las lágrimas, pero estas seguían saliendo.
—Porque nunca es sencillo dejar ir a alguien que amas —respondió con voz suave y comprensiva. Los finos dedos de Teagan, cubiertos de anillos, acariciaban gentilmente a los míos—. Y sí, ahora mismo es doloroso, pero eso no significa que siempre será así. Algún día mirarás hacia atrás y sentirás paz al recordar que tuviste el coraje suficiente para tomar la decisión correcta, y no la más sencilla.
Ciertamente, no esperaba escuchar algo así, y mucho menos viniendo de Tea. Sin embargo, sus palabras fueron el consuelo que tan desesperadamente mi corazón necesitaba.
Aún con los ojos llorosos, dejé caer mi cabeza sobre la suya y apreté su mano.
—Hora de irnos —anunció Alain, encendiendo el motor del auto—. Nos espera un largo viaje hasta San Francisco...
Nuevas reglas, mejores jugadores y un mayor escenario. El juego no había hecho más que comenzar, pero todo estaba a punto de cambiar. La pregunta era: ¿estábamos listos para el siguiente nivel?
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Half Blood: Destiny - Afterlife
FantasyDespués de una vida de burlas, decepciones y rechazos, un adolescente con una terrible actitud es chantajeado por sus tres amigos para emprender un viaje al bosque en la víspera de su cumpleaños número diecisiete. El objetivo era sencillo: tomar fot...