30 Días antes de la llegada de los Borges a Puente Viejo...
Me desperté totalmente agitada ante el sonido de mi celular, el cual indicaba que alguien me estaba llamando.
Miré el despertador extrañada, eran las cinco de la mañana.
¿ Quien sería capaz de llamar a esta hora?- pensé.
Por un momento dudé en agarrar la llamada, pero a pesar de mi cansancio, la curiosidad acabó ganando e hizo que rápidamente contestara a la llamada.
- ¿ Con quien hablo?- pregunté.
- Emilia...
-¿ Emma? ¿ Sos vos?- pregunté y simplemente obtuve un llanto como respuesta- ¿ Que te pasó? ¿ Ocurrió algo?
- Es Miguel... lo atraparon.
-¿ Cómo que lo atraparon?
- Teníamos intención de pasar la frontera con los chicos y... la policía comenzó a perseguirnos y a disparar y...
-¿ Donde te encontrás vos?
- En mi antiguo apartamento, está mi hermana acá.
- Dame un tiempo que me asee y me vista, y voy para allá.
- Ok, nos vemos...- fue lo último que escuché antes de agarrar el teléfono móvil.
***
Llegué con rapidez a Puente Viejo, tras la visita a mi vieja compañera de despacho de San Onofre, pude informarme de todo lo que hizo en este tiempo y conocer a su pequeña hija. También pude pasar un rato con Lucas, pero sobre todo pude enterarme de algo inesperado, y es que a Miguel lo habían trasladado a la cárcel donde yo laburaba por ello mi amiga me pidió algo de ayuda para que todo fuera más sobrellevable para él.
Y aquí me encontraba, ingeniándomelas para poder ver a Miguel, y buscando la forma de encontrarle protección en la cárcel.
Había dos maneras de que a este no le ocurriera nada, pero para ello tendría que conversar con dos personas. Dos personas muy diferentes, y que por motivos diferentes no me gustaba tratar.
Seguí barajando en mi cabeza cual de esas dos opciones era la mejor, y por mucho que me doliera y que me costara tragar por mi orgullo, iba a tener que hablar con él, por mi amiga Emma.
Llamé a uno de los guardias, el cual vino al segundo, pedí que lo trajera, y al cabo de veinte minutos se encontraba frente a mí, de brazos cruzados y mirándome con seriedad.
- No me mirés así- comencé a decir para cortar el tenso reencuentro, ya que después del incidente que tuvimos no habíamos vuelto a hablar, ni si quiera volvió a aparecer por las clases de lectura- para mí tampoco es agradable verte, pero necesito pedirte un favor- cuando dije esto último, este me miró incrédulo para después comenzar a reír con fuerza.
-¿ Esto es joda no?- ironizó- después de todo lo que me dijiste en tu tallercito y después de tenerme engañado tanto tiempo, me venís pidiendo ayuda.
- No lo haría si no fuera una urgencia.
-¿ Y cual es la urgencia? - preguntó con cierto enfado -¿ Que el papá de tu bebé te abandonó y necesitás otro papá?- dijo con rabia tratando de hacerme daño.
- El bebé tiene su papá , no necesita otro, siento decirte que aunque hubieses deseado que esa fuera mi propuesta, no es el caso- dije de igual forma.
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Licenciada Ballesteros - El Marginal
أدب الهواة"Dos pueden guardar un secreto si uno está muerto." SASHA PIETERSE - Alison DiLaurentis ------------------------------------------------------------------------------------ Historia basada en la serie El Marginal. Todos los derechos y los personajes...