Willow
Mi cuerpo está de pie frente al hoyo que se encuentra cavado en mi sótano sin que yo me diera cuenta y mi mente está en Rusia. Lo único que quiero hacer en este momento es dejarlo todo abandonado y correr a donde están ellos para abrazarlos y decirles que todo estará bien. Que mami esta con ellos y nunca se volverá a ir de su lado. Mi pecho pesa al ver todo lo que Natalya hizo todo este tiempo mientras yo me iba a trabajar un día entero y llegaba cansada a casa con más deseos de dormir y no volver a despertar hasta dentro de una semana que otra cosa.
Mi pecho arde al recordar las señales que todos estos días me daba y que yo ignoraba.
Dios sabe que esperaba cualquier cosa de ella, menos esto. Desde que tome la decisión de aceptar visitarlo sabía que nada bueno pasaría. Mi instinto me lo decía y lo desobedecí por querer dármelas de valiente y enfrentarlo. No salió nada bien. El me propuso que este de su lado porque tenía todo planeado para llevarse a mis hijos. Solo era una estúpida distracción. Ya sea que dijera que no o que si ya no los encontraría al volver a esta casa que ahora siente como un caparazón vacío. Lo sentí desde que puse un pie en la puerta para abrirla. Mi hogar esta donde ellos estén y no descansare hasta volver a tenerlos conmigo.
Cometí un gran error al negarme a irme con él en cuanto saliera. Sabía que tarde o temprano vendría por nosotros, pero no que tan rápido. Se supone que dentro de unos días seria enjuiciado y yo me iría lejos a una isla donde nadie me conociera para construir una vida con mis niños. Celebrar sus cumpleaños y darles los lindos regalos que están envueltos en mi closet. Ese día los despertarían con un rico desayuno, la canción de las mañanitas y muchos besos y apapachos. Nada de eso será ahora porque su tía se los llevo lejos de mí.
A pesar de todas las emociones revoltosas que me azotan, no puedo negar que la entiendo. Por más amor que le tuviera a mi sobrina no podría estar tan lejos de toda mi familia y lo que conozco solo por quedarme a su lado y al lado de su madre que entrego a mi hermano al FBI y que pronto seria condenado a cadena perpetua. Es francamente de locos hacer tal cosa. Se que me aprecia sinceramente, pero se le veía desgastada y entiendo que eran los planes que tenía a mis espaldas que la tenían cansada. Ahora me da hasta lástima que la hayan usado para acercarse a mí y vigilar mis pasos y el crecimiento de mis hijos para luego llevárselos de mis brazos.
Hizo lo posible porque entrara en cabeza y me fuera con ella, sabe el alcance de Alexey y aun así me trato de convencer para que seamos una familia. Con ese hombre que en el pasado me compro con su comportamiento caballeroso, su físico y actitud atrapante, sus actos con mi familia y esa forma de mostrarme que por encima de todas me elegia a mí.
Lo amo como un infierno en llamas que no prometen apagarse nunca. No vale la pena seguir ocultándolo y negándolo porque será más difícil con el tiempo. Continuar con eso en mi pecho ha sido difícil, tener que fingir que lo odio igual que los que están a mi alrededor y no querer saber nada de él me ha agotado más de lo que me imaginaba. Si bien es cierto que a su lado no tuve la seguridad que imaginaba que tendría y que me prometió, me doy cuenta de mi gran error al entregarlo. Un sollozo se escapa de mi garganta y cierro los ojos recordando el calor que desprendía de su cuerpo y lo mucho que me gustaba estar a su lado.
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El Deseo ©
RomanceLIBRO II «CADENAS» Las cosas ya no son como antes. Willow ya no es la chica que quería salvar al mundo. No es la misma que se atrevió a jugar con un hijo de la mafia más sangrienta y poderosa que ha conocido, viendo desde sus propios ojos el alcance...