Capítulo 19🦋

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Hahahahaha este capítulo es uno de mis favoritos y espero que lo disfruten😙🫠

Muchas gracias a todas las personitas que se interesan en votar y comentar, no los conozco y les quieroooo🫶🏽

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Willow

Un suspiro se escapa de mi garganta y froto la mejilla contra la mullida almohada sintiéndome brevemente en el cielo. Pero la dicha no me dura tanto. Cuando abro los ojos mi cabeza punza de dolor y los rayos de sol se cuelan por la ventana acabando más rápido con mi cabeza borracha.

Mis pies tocan la peluda alfombra cuando me siento y evaluo mi entorno. Que carajos... ¿Qué habitación es esta? Me levanto a tropicones sientiendo como mi mundo da vueltas y vuelvo a caer en la cama sintiéndome muy desorientada. Ni siquiera sé cómo llegué hasta aquí. Lo único que recuerdo es haber caído desmayada en el suelo y luego sumirme en la oscuridad.

Esta habitación tiene toques mas oscuros que la mía. La cabecera de la cama está en color negro sin ningún tipo de decoracion, las cortinas son grises y los muebles son negros. Una cosa que también me llama la atención es que esta habitación es mucho mas grande que la mía dandonle un aire de la una de esas especiales qué hay en los hoteles.

Miro hacia abajo y miro las sabanas grises que me cubren como si fuera la culpable de mi jaqueca y cierro los ojos lamentándome de mi existencia al imaginar quién es que tendría estos gustos tan osucros, sin dejar de ser muy elegante, pero oscuro al fin. La puerta de lo que supongo es el baño se abre y reprimo un jadeo al ver al ser que parece de otro planeta envuelto en una toalla y deliciosas gotas de agua.

Por mas que quiero no puedo apartar la mirada de donde se aprieta esa toalla remarcando el miembro que me hizo dos hijos. Su pecho mucho más definido que antes con los ricos cuadritos decorandole esa tabla que tiene como estomago.

Traga saliva y la manzana de adán se le mueve añandiendole mas virilidad. Es imposible que no me muerda el labio inferior al pasar a esos labios carnos sin ser exgeradamente grandes, esa mandíbula bien definida y la nariz fina y pequeña remarcando sus rasgos elegantes. Cuando llego a esos posos azules que tanto me derretían vuelvo a caer en el circulo vicioso. Ahora están oscuros y trago saliva pesadamente cuando me me mira como si fuera algo que queire devorar y destrozar.

Supongo que eso es lo que le estoy mostrando.

«¿Pero que estoy haciendo?»

Giro la mirada al balcón sintiendo como los rayos de sol me apuñalan con más fuerza. Prefiero eso mil veces a seguir mostrándome débil por el encanto físico de este hombre que por más que ahora tenga novia no deja de mirarme como si fuera su presa favorita y posiblemente sea así.

Después de todo caí ante sus engaños sin muchos problemas y me presté para sus jueguitos de igual forma. Mostré lo débil que puede ser una mujer perdidamente enamorada y también lo fuerte que puedo ser si me canso. Justo lo que a los depredadores le gusta. Alguien que sea manzo, pero que le de retos para entretenerse.

El Deseo © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora