LIBRO II «CADENAS»
Las cosas ya no son como antes.
Willow ya no es la chica que quería salvar al mundo. No es la misma que se atrevió a jugar con un hijo de la mafia más sangrienta y poderosa que ha conocido, viendo desde sus propios ojos el alcance...
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Willow
Mis labios se separan al escuchar sus palabras. Un mareo me aturde y termino callendo al suelo. Los niños se detienen mirándome asustados y aunque quiero verme estable para ellos no loe estoy.
Él ya está libre.
—¿Mami?—muemuro Edmon dudoso al acercarse a mi.
Un sollozo escapa de mi garganta y se que no me veo nada cuerda cuando Natalya se los lleva diciéndoles que los llevará a su piscina de pelotas. Mi niño me mira por última vez por encima del hombro y es lo que me desborda. No estar bien cuando ellos me necesitan con su corta edad. Es la primera vez que me descompongo frente a ellos y es horrible ver qué temen por su madre cuando eso nunca debería suceder.
Lloro desconsolada en el suelo, termino quitándome los tacones y llevo las rodillas contra mi pecho sintiendo como mi corazón se aprieta. Todas las emociones de este día las dejo fluir sintiéndome asfixiada por no poder controlar todo a mi alrededor y que las cosas sean como yo quisiera. Daría lo que fuera porque está historia fuera diferente.
No poder haber rechazado a Michael cuando vino a mi, sino que Alexey si fuera un empresario millonario y yo una simple chica que busca ganarse la vida trabajando en un café y estudiando apurada por ser alguien en la vida.
No deseo darle al tiempo atrás y nunca haberlo conocido porque no tendría a mis solecitos conmigo, pero sí que que se quedara donde está y aceptará lo que le venga y que nos deje ser libres y felices lejos donde nadie nos conozca y quiera hacernos daño solo por la sangre que corre por las venas de mis hijos.
Ellos no merecen nada de esto.
No lo pidieron.
Mi mayor temor en la vida es que cuando crezcan me pregunté por qué tuve que fijarme en su padre y destinarlos a vivir una vida llena de temor porque los agarren y les hagan daño. Por no poder ser personas normales que van al cine, supermercado y se enamoran de una chica común que solo se interese en su corazón y no en su dinero como posiblemente será.
Que mi niña no tenga que ver cómo hacen que las esposas de esta organización son sometidas y obligadas a ser esclava de su marido porque es su costumbre, es lo que la organización desde hace años demanda y no pueden romperse sus reglas porque los años ya no son como antes. Me siento ahogada y que desfallezco porque Alexey arrasará conmigo como años anteriores. Lo siento en mi pecho.
Lo único que quiero es que seamos libres, maldición.
«¿Qué le cuesta hacer eso?»
Sé que tengo la fuerza para poder soportar los abusos que me imponga con tal de estar junto a los niños, pero ¿y que de tener que enfrentar una vez más este amor enfermizo que no deja mi pecho? ¿Qué de tener que recibir su desprecio y ver cómo actúa como si no existiera? No soy tonta. Está obsesionado conmigo pero dudo que ese "Te amo" que me dijo esa noche que me libero del secuestro impuesto por Donato D' Luca ya no existe.
