Capítulo 7🦋

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Willow

El gorila que me golpeo me lleva en su hombro más inconsciente de lo que me gustaría admitir. Mi cabeza choca una y otra vez con su trasero mientras se mueve rápido por lo que reconozco es el túnel cavado en mi sótano. El olor a humedad y tierra me pica en las fosas nasales. Va hablando por teléfono en ruso y no parece que sea nada amistoso.

Me siento mareada y con un fuerte martilleo de cabeza. Me prometo que cuando este en mis cabales no parare de gritarle sus cuantas palabras a este animal. No está solo, dos hombres más van con él con armas que prefiero tener lejos de mi presencia por lo mortales que se ven, sus pasos se escuchan retumbantes, sus respiraciones aceleradas y tal parece que el hombre que me lleva en su hombro siente que no peso un solo kilo porque lo hace con total comodidad.

Se que nos acercamos a la salida porque a lo lejos escucho el sonido de los bocinazos de los autos y un ruido de ambulancia. ¿Alexey ya se escapó? Si no lo ha hecho sus planes se complicarán porque luego de enterarnos de que se Natalya se llevó a Zoa y Edmon; Michael ordeno que reforzaran la seguridad de la prisión. Ahora añádele que me secuestraron a mi también.

Se volverá loco. Lo único que me consuela es que no fui yo la que armo todo este plan, siendo una novata iba a dejar señales y ellos pensarían que cometí traición hacia ellos. Después de todo si traicione al hombre del que estaba enamorada; que iban a esperar ellos que a apenas los conozco. El FBI es una rama judicial demasiado poderosa y sacarían conjeturas hasta de donde no las hay. Es por eso que me sorprende que no se hayan encontrado con la nota.

Aunque Natalya hizo lo posible por ser discreta, vamos, ellos de inmediato captarían el mensaje y ahí sí que las cosas se complicarían. No quiero saber el temor tan grande que deben sentir mi familia por la forma tan abrupta en la que este gorila termino mi llamada con papa. En este momento los agentes deben estar movilizándose hacia aquí y por más que suene egoísta prefiero que se arme un disturbio y que no logren detener lo inevitable y así por fin poder volver a ver a mis pequeños.

Debería estar del lado de la ley, se supone que es lo moralmente correcto, sin embargo, lo correcto en este momento no es lo que realmente me importa. Cuando traes un ser al mundo y esa personita es dependiente al cien por ciento de ti, creada carne de tu carne, es imposible que no hagas cualquier cosa por él o ella. En este caso son dos niños que no tienen la culpa de los problemas de sus padres para terminar secuestrados por su tía y ser llevados a un país al que se supone que nunca entrarían.

Llegamos a lo que es la entrada y ya no me siento tan desorientada como antes. Levanto un poco la cabeza y me trago un grito al ver a dos agentes que al parecer estaban custodiando con un tiro entre la frente y aun con los ojos abiertos mostrando los aterrorizados que quedaron al chocarse con esta gente.

Se comunican entre ellos y uno parece maldecir al verme consciente. Viene hacia mí con una clara intención de golpearme y mandarme a la oscuridad nuevamente, pero el gorila que me lleva lo detiene diciéndole algo por lo bajo. Debí tomar clases de ruso, maldición. Un auto se parquea al salir a un callejón hediondo a orines y lleno de contenedores de basura, esta oscuro y ellos corren hasta el auto. Cuando llegamos a la BMW me lanzan al asiento trasero como si fuera una bolsa de basuras y se suben lo más rápido posible. El chofer acelera y con la velocidad que va dudo que lleguemos con vida, pero es comprensible, detrás de nosotros vienen dos patrullas de policía.

La montaña de músculos que va chofer arregla el espejo retrovisor y me mira a través de él.

—Buenas noches, querida Willow. Lamento decir que no es un gusto volver a verte—sonríe endemoniadamente divertido.

El Deseo © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora