LIBRO II «CADENAS»
Las cosas ya no son como antes.
Willow ya no es la chica que quería salvar al mundo. No es la misma que se atrevió a jugar con un hijo de la mafia más sangrienta y poderosa que ha conocido, viendo desde sus propios ojos el alcance...
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Willow
Había una atmósfera pesada en el aire mientras caminaba por los largos pasillos de la iglesia. La música suave y melancólica se escuchaba de fondo, mientras los rostros sombríos de los miembros de la Bratva llenaban cada rincón. El ambiente era opresivo y silencioso, como si todos se hubieran convertido en espectros esperando el momento adecuado para hacer su próxima movida.
Me deslicé entre la multitud, mirando a mi alrededor con ojos calculadores. La pérdida de Sergio Volkov era un golpe duro para todos aqui, aunque no podíamos permitirse mostrar debilidad contando con que al enemigo principal le placia ver el sufrimiento que causaba en sus objetivos.
Ya había suficientes ojos curiosos mirando la organización, los estafadores y la competencia que buscaban derribarlos. Los noticicieron estaban como buitres afuera esperando para capturar algo de valor. Habia que mantener la apariencia de una unidad fuerte y solidaria, incluso en un funeral.
La familia se encontraba en los asientos de alante hacia donde mi dirigia... sola.
Resulta que debia llegar de la mano de mi esposo, pero desde las 5 am estaba fuera del castillo haciendo algun movimiento macabro con respecto a la llamada que recibio ayer. No regreso en ningun momento y he de admitir que estaba preocupada, pero lo que recibi fue una llamada al telefono de casa diciendo que llegue a la iglesia con David que el se encontraba ya en la iglesia.
Imbecil.
Como andan las cosas no debemos andar con la guardia baja porque no perderan el tiempo en volver a atacar para seguir mostrando su punto. Es por eso que los niños se quedan en casa con Olya y Alexey le dio estrictas ordenes anoche cuando llegamos, para que ante cualquier tiro corriera al zotano y se metiera en el cuarto secreto. Eso les daria la suficiente proteccion hasta que el refuerzo llegara.
Eso me deja mas tranquila ya que al parecer esa habitacion antes funcionaba como camara de tortura y la hiceron de un material lo suficientmente fuerte como para resistir una bomba. De todas maneras no queria durar mucho tiempo fuera. Luego de mi corta conversacion con Alexey y ante los hechos es inevitable que no tema por la vida de mis indefensos bebes.
Me acerqué a la figura alta y esbelta de Alexey, que estaba frente al ataúd abierto y que luego procedio a sentar sin mostrar expresion alguna. El cuerpo del pilar de los Volkov yacía allí, en silencio, una capa de tristeza envolviendo la imagen imponente que solía ser. Sus hombros anchos, ahora estaban inmóviles, su carisma y liderazgo, ya no llenarían más la sala. Pocas veces me cruce con el dado que las ocasiones no se movieron a nuestro favor, sin embago, por lo que pude ver era un hombre de caracter que todos respetaban y que podian besar el suelo por donde ese hombre cruzaba.
El sacerdote pronunciaba palabras en voz baja en su pulpito, mientras los miembros de la Bratva seguían en silencio, escuchando atentamente. Algunos tenían lágrimas en los ojos, otros, como yo, mantenían sus rostros impasibles. Pero todos estábamos allí, unidos en el dolor y la pérdida.
