Advertencia: Salto de tiempo.
Como humanos somos débiles, no podemos controlar del todo las cosas que pasan, lo que si podemos hacer es adaptarnos lo mejor que podamos y aceptar lo que la vida nos de.
Con el tiempo podemos establecer rutinas, establecen un orden, muchas veces no el mejor.
Todas las mañanas un omega pelinegro sale al pequeño mercado del pueblo, regresa a casa con varias cosas para preparar el desayuno, acompaña a sus hijos que van a la escuela y luego va a trabajar, en la tarde regresara a casa, encontrara a sus pequeños haciendo tarea o jugando, su amiga Rachel se despedirá de el diciéndole lo bien portados que son sus hijos, preparara la cena, comerán y finalmente ira a dormir luego de acostar a sus bebés.
Si le preguntaran si le gusta su vida, diría que esta bien.
Si le pregunta si se arrepiente de algo, diría que solo no haber sido más cuidadoso.
Aun hoy siente que no puede vivir en paz del todo, eso es lo que a veces piensa, pero borra esos pensamientos diciéndose que por lo menos su familia esta segura.
—Eiji, todo esta listo, tengo que irme.
—Gracias Sing, supongo que te veré mañana.
—Si, pero llegare un poco más tarde, tengo que ir a Grezzana a visitar al proveedor.
—Entiendo, ve con cuidado, nos vemos mañana.
—Tu también, tendré todo listo para mañana.
El omega despidió al alfa con un asentimiento y regreso su vista a la computadora frente a él, tecleo un par de cosas y salió luego de apagar el equipo. Al salir camino disfrutando el aire de Verona, la primavera era agradable a estas alturas, camino por las calles a paso lento. Su casa no estaba lejos de su estudio de fotografía, lo prefirió de esa manera, era pequeña pero con el suficiente espacio para su familia.
Miro su reloj, pensando que seguramente a esa hora Rachel estará dejándose sobornar de su hija mayor para comprarles sus pasteles favoritos a ella y a sus hermanos, los que Gianna, la adorable mujer de la panadería que le pido que la llamaran nona, hace solo los viernes.
Suspirando entro a su casa, su hija mayor de siete años y sus mellizos de tres corrieron al pasillo de la entrada corriendo, gritando por quien le daría el beso de bienvenida a su madre, el omega río y encerró a sus pequeños en sus brazos dándoles un beso en la frente a cada uno.
—No se que hiciste para tener pequeños tan dulces, pero debes decírmelo para cuando tenga mis propios hijos.
—Siempre me dices eso y siempre te contesto lo mismo.
Eiji miro a Rachel mientras bajaba a sus hijos de sus brazos y le respondía con ese tono jocoso que Rachel ya conocía.
—Lo se, no necesito pensar cosas innecesarias y enfocarme en encontrar una pareja decente primero—. Respondió la chica rodando los ojos con un suspiro de falsa exageración.
Eiji sonrió, pidiendo a sus hijos que se despidieran de su niñera. Luego de agradecerle a Rachel por su trabajo del día cerro la puerta de su casa y siguió a sus hijos que estaba seguro que habían corrido directo a la cocina.
Vagamente pensando en los sucesos de un par de años atrás, cuando tomo decisiones difíciles pensando en el bien de su familia, recordando cuando despertó una mañana, en una cama fría, solamente con una carta en el lugar donde debería haber estado su esposo.
—Fin del primer libro—
Notita sensual:
Este es uno de los capítulos mas cortos y por tanto el final de esta parte de la historia como ya les había mencionado.
El siguiente libro será publicado el primero de septiembre y tendrá una portada provisional hasta que tenga opciones y que me ayuden a escoger una.
Anunciaré por aquí el nuevo libro para que puedan encontrarlo fácilmente
Les dejare su nombre: Aullido II Casería de lobos
Veremos muchas cosas y tendrá más sentido esta parte, así que nos leemos en la segunda parte :'v bye
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Aullido | Omegaverse Banana Fish
FanficEiji, un omega que le asquea el olor de otros alfas, hasta que conoce a Ash y extrañamente su olor le atrae. Ash, un alfa que huye no solo de sus enemigos, sino de un pasado tormentoso, con el miedo a lastimar a quienes ama. Sus destinos parecen ten...