4.Camino de rosas

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Eiji definía la vida, como un camino de rosas.

Mientras pasabas entre ellas podías ver sus hermosos colores, para él, estos eran los matices de la vida, la representación de todos aquellos momentos felices que compartía con aquellas personas que amaba.

Por otro lado, las espinas para él representaba el sufrimiento, tanto de él como de aquellos que lo rodean. Sin embargo también comprendía que la rosa ya no sería rosa si retiraran sus espinas, ya que si te detienes a pensar sólo en sus espinas no disfrutarás su fragancia y hermosura.

Precisamente en estos momentos en los que corría detrás de un alfa rubio, convertido en lobo, reconocía que veía un color de la vida diferente a todos los que había visto antes. La rutina de la mañana desde hace una semana, consistía en eso, Ash corría a través de la casa con una tostada en el hocico y Eiji lo perseguía con una espátula.

El resto de la familia desayunaba tranquilamente en la mesa.

-¡Aslan Callenreese! Vuelve aquí- dijo Eiji casi cayendo al bajar las escaleras. Se detuvo al pie de estas riendo al ver la escena, su hermana también se acercó para ver lo que era capaz de hacer el karma en el alfa rubio.

Y es que la escena era por de más graciosa, pues en un intento por no sufrir daños al resbalarse en el suelo de madera, Ash había jalado con su hocico un mantel de una pequeña mesa en la esquina de la sala, pero para su mala suerte el mantel no resistió la fuerza con la que se deslizó por el piso, haciendo que un florero que estaba encima de la mesa se volteara y terminará en su cabeza regando toda el agua y las amadas rosas amarillas de Eiji en la cabeza de Ash.

Definitivamente este era un color de la vida que Eiji no conocía aún, el rubio definitivamente había traído una exótica rosa al jardín de su vida.

-eso te pasa por no hacerme caso- el lobo desvió su cara para que no viera sus ojos, era suficiente con la humillación de estar empapado y con varias rosas en la cabeza, como para que Eiji lo regañara, pero reconocía que el solito se había metido en ese problema, y todo por no ser paciente y esperar a que el omega terminará el desayuno.

Una semana, eso era lo que había pasado desde su llegada, se acordó a la mañana siguiente de tomar la descición de cortejar a Eiji, que el omega le haría el desayuno, más por gusto del omega que por obligación y desde el primer día que probó su comida se dijo a si mismo que no podría volver a comer otra cosa que no fuera preparada por Eiji. Esa mañana precisamente se despertó muy hambriento, a diferencia de otros días despertó temprano y por si mismo, así que al bajar a la cocina se encontró a Eiji preparando su desayuno.

Se robó una de las tostadas que Eiji puso en un plato y cuando el omega se percató de esto corrió tras el diciendo que esperara. No hizo caso y ahora estaban en esta situación. Cabe recalcar que Hanako también reía por la suerte de Ash, sorprendentemente ambos alfas se llevaban bien.

-Ay Ashu- rió el omega, se acercó y se puso en cuclillas para retirar un par de rosas de la cabeza de Ash y de paso quitarle el jarrón de encima.

Ash lo miro a los ojos, un brillo dulce fue lo que encontró en sus ojos negros.

-vamos lobo travieso, necesitarás bañarte antes de desayunar- dijo Eiji poniéndose de pie, simplemente al omega no podía discutirle.

Lo siguió por las escaleras hasta llegar a su cuarto y se metió en la tina, Eiji se le quedó mirando esperando que se transformará.

-Onee-chan, ¿acaso quieres verme desnudo?- pregunto Ash en tono seductor, Eiji por su parte se sonrojo como tomate al darse cuenta de ello, bueno la primera vez que lo vio desnudo sólo había alcanzado a ver su pecho.

-apresurate y baja a desayunar- dijo Eiji dando media vuelta y dando un portazo al cruzar por la puerta, Ash se estremeció, definitivamente ese era un omega bastante peculiar.

Se transformó y abrió la llave de la tina para esperar a que se llene, una vez llena se metió en esta disfrutando del agua caliente, estos días estuvo muy relajado, le gustaba esa sensación de compartir con una familia, todo era nuevo para el y de verdad esperaba que los hombres que lo persiguieron en el bosque ya lo hayan dado por muerto.

No quería poner en peligro a la familia de Eiji, mucho menos al omega, su alfa se sentía unido a él, sabía que eran destinados. En esos pocos días que convivió  con el se dio cuenta de cuán grande era la atracción entre ambos, aún si ambos escondían sus feromonas, los sentimientos afloraban en sus corazones.

La llegada de la primavera era algo que de alguna manera ambos esperaban. El rubio sospechaba que no era el único flechado pues se notaba el cariño que en poco tiempo le había tomado Eiji, aunque a veces lo trataba como si fuera una mascota.

Terminó de bañarse y se puso la ropa que habían comprado hace unos días en la ciudad, según tenía entendido, las manadas que habitaban ahí, salían ocasionalmente a la ciudad para comprar ropa o víveres, ya que no vivían sólo de las presas que cazaban. Aunque, había algo extraño al respecto, ¿Cómo es que los humanos no se habían percatado del lugar? Es decir, más o menos lo que pudo apreciar de las manadas es que vivían en una especie de ciudadela y la casa del omega estaba un tanto alejada de la ciudadela principal.

¿Magia?

Imposible, admitía que el lugar guardaba cierto misterio, pero dudaba mucho que se tratara de eso. Más pareciera que habían sido demasiado inteligentes y el lugar realmente era un punto estratégico.

La línea de sus pensamientos se vio interrumpida por la voz del papá de Eiji, ambos estaban en la habitación del omega.

-Si te llega a marcar tendrás que decírselo- ¿decirle qué?

-Lo se padre-

-¿puedes realmente confiar en el?, sabemos de donde viene, pero que tan seguros podemos estar de que no miente- El no debería escuchar esa conversación, sin embargo era parte de ella, además de que su curiosidad podía más con él.

-se que puedo confiar en él, más allá de que seamos destinados algo me dice que puedo confiar en él ciegamente- Ash sonríe al escuchar eso, es la primera vez que escucha a alguien decir eso de él, Eiji lo quería por quien era y confiaba en él a pesar de las expectativas de los demás.

-Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas- la voz de Hanako le asusto demasiado, tanto que retrocedió un paso de un salto.

-Yo eh...-  trato de excusarse sin éxito, Hanako río.

- no te preocupes, no diré nada. Sabes, me caes bien- Ash se rasco la cabeza confundido.

-Sabes de que hablaban ¿verdad?- dijo Ash, Hanako asintió.

-Lo sabrás en su momento- Hanako dio media vuelta y avanzó un par de pasos al frente antes de girar hacía el nuevamente -la próxima vez ten cuidado- con esta última advertencia se retiró.

Hecho una última mirada a la puerta de la habitación del omega, sería paciente y lo que sea que le estuvieran escondiendo, esperaría para saberlo.

Continuará...

Notita sensual 7w7

17 de Julio y aqui estoy puntual con un nuevo capitulo, a partir de aqui deberan poner atencion a los titulos de los capitulos y a las canciones que incluya... en lo personal la cancion que inclui aqui me gusta mucho, me transporta a capitulos hermosos de mi pasado... en fin, estoy en examenes en la u y estoy malditamente estresada...

Una cosa mas... perdon si no respondo los comentarios... estoy acostumbrada a responderlos cuando subo nuevo capitulo pero ultimamente me da cosa hacerlo, supongo que es porque vengo de Fanfiction y ya es costumbre responderlos asi... voy a tratar de responderlos cuando llegue la notificacion... quiero leer lo que piensan de la historia, sugerencias, criticas constructivas y demas son bien aceptadas...

Bye...

un votito? quian di hacer...

Aullido | Omegaverse Banana FishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora