Al cabo de tres meses se despidieron del otoño y recibieron contentos el invierno, sabiendo que en pocos días se celebraría la ceremonia que los uniría como pareja, los nervios, el anhelo y la felicidad llenaban sus vidas.
Precisamente esa mañana, en la que curiosamente hacía más frío que el primer día que había nevado, Ash y Eiji se negaban a salir de la cama, abrazados manteniendo el calor corporal de esa manera. El señor Okumura esperaba al final de las escaleras con un tic en el ojo, se suponía que debían estar listos ya para ir a avisar a las 4 manadas sobre la ceremonia para que participarán, después de todo Eiji era el futuro líder y Ash sería su pareja.
-¿qué tanto hacen que no bajan?- se pregunto con su última fibra de pasciencia a punto de quebrarse.
En la habitación Eiji comenzaba a despertar. Lo primero que sus ojos captaron fue el pecho de Ash, subió un poco y noto su cuello, luego miró su rostro, sin duda era hermoso, estaba agradecido de que sus hijos tendrían los genes de Ash, seguramente sus hijos serían hermosos. Acercó su mano al rostro del alfa y acaricio su mejilla con ternura.
A ti, quien a sufrido tanto, a ti que gozas de un rostro hermoso, a ti que me has robado el corazón sin remedio. Prometo protegerte, ser tu apoyo incondicional, llorar tus penas y compartir tus alegrías.
Sus pensamientos su madre siempre los había descrito como algo maravilloso y carente de egoísmo. Lo consideraba de esa manera, al menos antes de que Ash llegará a su vida, esta vez quería ser egoísta y acaparar su atención por completo, Ash es el amor de su vida y no permitirá que el pasado de ambos los alcance y le arrebaten a su alma gemela.
-aquello que yo se y de lo que no puedo hablar contigo, ten por seguro que lo sabrás en su momento. Por ahora se mío y olvidate de tu tortuoso pasado-
Luego de decir aquello se liberó de los brazos del alfa, que al sentir al omega moverse comenzó a despertar también tallandose los ojos con ambas manos.
-Buenos días mi amor- dijo Ash estirandose para luego abrazar a Eiji de la cintura.
-Buenos días mi vida- respondió Eiji con las mejillas rojas y tocando las manos de Ash que rodeaba su cintura, aún no se acostrumbraba a ese trato de pareja que Ash tenía con el -levantate ya, tenemos que ir a las manadas para informar de la ceremonia-
-esta bien, como tu digas mi amor- dijo Ash estirandose nuevamente con una sonrisa en el rostro.
Eiji se transformó en lobo y Ash se quedó embobado mirándolo, hasta el momento no creía que un omega tan hermoso se fuera a unir a él. Eiji se percató de la mirada de Ash y haciendo acopio de su ternura se acercó a el reposando su cabeza en las piernas del alfa.
-¿cómo puedes ser tan hermoso?- cuestiona Ash y aunque no puede verlo sabe que el omega se a sonrojado. Acaricia entonces su pelaje negro como la noche, con esa ternura y delicadeza que sólo tiene con Eiji.
El omega levanta la cabeza mirándolo a los ojos, Ash sabe que es una advertencia de que si no se apresura en transformarse, su padre se podría enojar, puesto que ya ha pasado antes y ambos han terminado regañados. Ash asiente y poniéndose de pie se transforma dejando ver a su lobo blanco, Eiji lo mira y con un gesto de la cabeza le indica que salgan, la puerta la han abierto antes de transformarse, así que simplemente pasan por ella sin decir nada y caminan por el pasillo muy juntos hasta llegar a la escalera.
Miran al padre del japonés con un tic en el ojo y saben que hay problemas. El alfa japonés los regaña un poco antes de salir, luego de despedirse de la señora Okumura y de Hanako que apenas responde por estar metida en la organización de la ceremonia, cosa que le emocionaba de sobremanera, mentiría si no dijera que era una cursi y que organizar la ceremonia de su hermano le hacía mucha ilusión.
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Aullido | Omegaverse Banana Fish
FanficEiji, un omega que le asquea el olor de otros alfas, hasta que conoce a Ash y extrañamente su olor le atrae. Ash, un alfa que huye no solo de sus enemigos, sino de un pasado tormentoso, con el miedo a lastimar a quienes ama. Sus destinos parecen ten...