36. Dos estrellitas

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La mañana siguiente muy temprano Ash cargo a Eiji hasta los límites del bosque donde una camioneta que consiguió Shorter los esperaba. Fueron a la ciudad lo más rápido que pudieron.

Ni bien llegaron al consultorio, Ichigo los recibió asustado por lo que había sucedido, para las demás personas un incendio forestal se había producido sin razón aparente, pero el peli naranja sospechaba que no era del todo así. Sus sospechas se confirmaron con la llamada de la mamá de su amigo que le pedía confirmar una noticia que no sabía si podía ser alegre o preocupante para los padres.

Eiji estaba recostado en la camilla, esperando a que Ichigo entrará y le dijera que todo estaba bien, que su futuro bebé no había sufrido daño en la pelea ni con el golpe, aunque su madre al despertar le había dicho que estaba bien. Ash estaba a su lado, con marcadas ojeras y una expresión de cansancio y preocupación en el rostro.

Rukia entró con una bata que escondía ligeramente sus 4 meses de embarazo, sus amigos no lo sabían, no les habían visitado desde hacía 6 meses, no es que se los reprochara, ya iban por su cuarto bebé luego de las gemelas y su primogénito. Aun así ellos la felicitaron ni bien la vieron.

-¿Cómo estas?- dijo en tono amable la peli negra.

-Sinceramente no lo sé. Mamá dijo que estaba bien pero me preocupa- Respondió Eiji.

Ash apretó la mano del omega, Rukia pudo ver que realmente estaba preocupado. Ichigo le contó de las sospechas que la madre de Eiji tenía, sus amigos estaba segura se pondrían felices con la noticia. Sin embargo y como siempre, tenía un presentimiento en la boca del estómago que le decía que la probabilidad de que esa sospecha sea verdad, traería varios problemas.

-No te preocupes, todo estará bien- prometió la peli negra logrando calmar un poco al omega.

Preparo las cosas para la ecografía como le había pedido su esposo y luego les entregó una taza de té de manzanilla a Eiji y a Ash.

Un par de minutos después Ichigo entró en el consultorio y los saludo amable, haciendo las cosas de manera profesional tratándose de una consulta normal. Tenía un ligero malestar por la preocupación de lo sucedido en el bosque, pero trato de mantener la calma por sus amigos.

Ichigo comenzó con la rutina ya hecha con anterioridad, esparciendo el gel en el vientre de Eiji y luego moviendo la máquina por encima haciendo un poco de presión. Sus ojos avellana reflejaron sorpresa y un cálido sentimiento se instaló en su pecho al recordar lo que había sentido antes con sus gemelas.

-¿Qué pasa? ¿Hay algo mal?- Ichigo le sonrió a Ash calmando al alfa y a Eiji.

- No hay nada mal, de hecho los bebés están muy bien- Ash suspiro más tranquilo, sólo habiendo puesto atención a la primera frase. Pero luego, al alzar el rostro y ver a su omega tapándose la boca para no soltar un sollozo cayó en cuenta de que las palabras de Ichigo decían más.

-¿Bebés?- Preguntó medio desconcertado. El esperaba un bebé, no más de uno, que si bien es cierto si lo fueran los amaría igual, la noticia no dejaba de ser impactante.

Eiji jamás podría olvidar la cara de menso de su esposo al asimilar la noticia de que iban a tener mellizos, porque luego de que él preguntará, Ichigo le confirmo que esperaban dos bebés, no gemelos, mellizos. Al alfa le había costado un poco comprender la diferencia, pero al fin y al cabo luego de varias lágrimas, infinidad de preguntas, muchas indicaciones, ambos pudieron respirar tranquilos sabiéndose los futuros orgullosos padres de mellizos.

Luego de un tiempo en la clínica Kurosaki y una invitación a almorzar, la pareja regreso al bosque, al hogar de sus padres, su hermana y Sing que vivía con  ellos para contar las buenas nuevas, dejando el auto en el mismo lugar en que lo encontraron.

Aullido | Omegaverse Banana FishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora