29. Tranquilidad

796 77 52
                                    

Advertencia: ligero lemon 😉
.
.
.
.
Había algo de lo que Eiji y Ash se dieron cuenta con respecto a su hija.

Tal como a su madre, a la pequeña alfa rubia le encantaba la nieve...

Era su segundo invierno, tenía ya un año y el tiempo seguía su curso sin contemplaciones. Los sucesos luego del nacimiento de Amaya no pasaban de momentos felices en familia y con amigos. Se relajaron en ese tiempo, seguros de que Arthur estaba muerto y que estaban a salvo de Dino, aunque Ash seguía en alerta.

Entre ambos se las arreglaban para cuidar a su pequeña, turnandose para cuidarla mientras el otro se encargaba de la manada, puesto que ahora el padre de Eiji les dio más responsabilidad a ambos, pronto se retiraría dejando el cargo de líder a Eiji.

Ahora ambos tenían un día libre, Amaya estaba con su tía Hanako, la manada estaba a cargo de Shorter por ese día.

La habitación de la pareja estaba llena de gemidos, jadeos y gruñidos. Eiji se aferraba a la espalda del alfa sobre él, rasguñandola en el proceso y haciendo que el alfa se excite más, acelerando sus embestidas.

Ash le dio la vuelta a Eiji dejándolo de cara contra el colchón; por inercia Eiji alzó más las caderas rogando porque su alfa lo tomará con más fuerza, cosa que no le negó Ash, presionando sus manos en la estrecha cintura del omega que apretaba las sábanas.

-Ash yo voy a...- Ash sonrió altanero aumentando la velocidad de las estocadas.

-Hazlo, correte para mi-

El alfa se inclinó para besar la espalda del omega, mordiendo de vez en cuando hasta llegar al cuello del pelinegro donde su marca se mostraba orgullosa. Ash mordió encima de la marca y un escalofrío recorrió a ambos, llegando al clímax al mismo tiempo. Se desplomaron en la cama jadeando, con una sonrisa en sus rostros y los ojos cerrados.

-Eso fue...- dijo el omega acurrucandose en el pecho del alfa, con una expresión satisfecha en el rostro. Ash le miró lacivo y orgulloso, haciendo su cabello largo hasta los hombros hacía atrás con la mano, había crecido mucho en el último año, al igual que el cabello de su omega que de por si en el embarazo creció hasta los hombros y ahora le llegaba hasta un cuarto de la espalda, ninguno de los dos pensaba contárselo pronto.

-Mi amor, mi vida...- Ash abrazo al omega pegándolo a su cuerpo, el rose de sus pieles desnudas les hizo desear otra ronda más, sin embargo eran conscientes de que su pequeña esperaba ser recogida de la casa de sus abuelos.

-Debemos ir por Amaya- dijo entre risas Eiji, haciendo fruncir el ceño al alfa.

- Te has vuelto un experto mata pasiones- Reclamó Ash levantándose de la cama y tomando en brazos a su omega para llevarlo a que ambos tomarán un baño.

-¿Mata pasiones? ¡¿Yo?!- Respondió indignado el omega para luego estallar en carcajadas.

Entraron ambos al reducido espacio que era la bañera, Eiji de espaldas a Ash, siendo rodeado por sus brazos. El alfa comenzó a acariciar los pezones del omega, sabiendo que si tocaba en los lugares correctos este se dejaría ir en el remolino de placer que significaba estar juntos.

-Ash... basta, hay que...- no pudo continuar hablando al sentir las traviesas manos de su pareja en su miembro. Suspiro encantado con las atenciones, cuando se trataba de complacerlo, Ash era todo un experto.

Dejo caer su cabeza en el hombro del alfa, estremeciendose cuando una de las manos de Ash llego a su pezón y lo pellizco ligeramente. Miró al rubio con las mejillas rojas y los ojos brillando deseosos. Sus bocas se encontraron y en un par de minutos Eiji se giró y abriendo las piernas se sentó encima de los muslos del alfa.

Aullido | Omegaverse Banana FishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora